Futbolistas y religiosos engrosan lista de cubanos que huyen del comunismo
La Copa de Oro que se celebró en Estados Unidos y la Jornada Mundial de la Juventud con el papa Francisco que tendrá lugar en Portugal, son los eventos internacionales escogidos este año por los cubanos para escapar de la isla
Despegan en un avión desde La Habana convencidos de que no volverán, mientras sus familiares mantienen en secreto sus intenciones para evitar sospechas del régimen castristas. De esa forma, deportistas y religiosos cubanos huyen del comunismo en busca de libertad.
Lo hacen todo para garantizar sus salidas. Fingir es su estrategia. En el caso de los deportistas implica cumplir con sus entrenamientos sin ninguna falta para acumular rendimiento y reconocimiento. En cuanto a los religiosos, el plan comprende muestras de fe y trabajo voluntario en las comunidades para reducir cualquier sospecha.
Un conteo sobre las deserciones de deportistas cubanos, publicado por Cubanet, posiciona a la Copa de Oro como el evento futbolístico que registra escapes continuos desde 2002 hasta la fecha, con 48 escapes. Los primeros futbolistas en huir fueron Rey Ángel Martínez y Alberto Delgado después de jugar contra Corea del Sur. Los últimos son Roberney Caballero, de 28 años; Neisser Sandó, de 24; Denilson Milanés y Jassael Herrera (ambos de 20 años), quienes abandonaron en junio el torneo que se celebró en Estados Unidos entre el 24 de ese mes y el 16 de julio.
Este mes se sumó a la cuenta el portero de la selección nacional de fútbol de Cuba, Sandy Sánchez Mustelier, luego de la derrota sufrida ante Canadá de cuatro goles por dos.
Presión inútil
El régimen actúa con presión para evitar otra ola de deserciones entre la delegación de 140 cubanos que salieron de la isla rumbo a Portugal para participar en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) católica, que liderará el papa Francisco del 1 al 6 de agosto en Lisboa. Antes de partir, las autoridades castristas de migración les leyeron “la cartilla” sobre los riesgos de desertar.
La medida que pretende contener el aumento de la cifra de cubanos que huyen de la dictadura con estos métodos, que ronda los 800 casos en la última década, ha resultado inútil. “Hoy he dicho adiós y hasta pronto”, anunció el fraile dominico Lester Rafael Zayas (una de las voces más críticas al régimen dentro de la Iglesia católica) en su perfil de Facebook para notificar a los fieles de su parroquia que ahora estará a miles de kilómetros del comunismo.
El religioso no será el único. “Sé que muchos no volverán y qué importa. Qué importa si vuelven o no vuelven. Si se quedan no es porque sean malos ni traidores. El mal está en el barrio, en la escuela, en la universidad, en los sueños rotos, en la violencia desatada”, dijo al referirse a las deserciones de los cubanos.
Entrada sin desperdicio
Esta entrada de los jóvenes cubanos a suelo europeo es una oportunidad irrepetible para dejar atrás al régimen de Miguel Díaz-Canel, considerando que Portugal les otorgó visas válidas para sólo una entrada.
No hay tiempo para pensar en retornar cuando además cada uno pagó 2000 euros por el pasaje en avión, la inscripción en la JMJ, la logística y el trasporte desde España hasta Aveiro (Portugal) para luego llegar a Fátima y posteriormente a Lisboa.
De hecho, ya hay otras evidencias de bajas en la delegación. Según 14ymedio, un grupo -aún sin cuantificar- no abordó el autobús que los llevaría de Peñaranda de Bracamonte, en la provincia de Salamanca, Castilla y León (España) hasta el hospedaje oficial de los cubanos antes de partir a Portugal.
Sin una visa de entrada múltiple, los decididos a no volver comienzan a dejar sus asientos vacíos y a un lado esa agenda que incluía una visita al colegio Mater Salvatoris de Madrid, al pueblo español Alba de Tormes, donde está enterrada la escritora y religiosa Teresa de Jesús, y el paseo por Salamanca. La cifra seguramente trascenderá cuando el comité organizador de la JMJ de la Conferencia Episcopal de la isla, presidido por el obispo de Matanzas, Juan Gabriel Ruiz, y los sacerdotes Junior Delgado y José Zamora, no puedan disimular las fugas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario