Hallaron una espada perdida durante una batalla naval en la Primera Cruzada en Tierra Santa
La espada pasó 800 años en el fondo del mar y acabó recubierta de arena y conchas marinas. Autoridad de Antigüedades de Israel.
Fue elaborada en los siglos XII o XIII y probablemente cayó al mar junto con el caballero que la poseía
Hace apenas un par de años, en octubre de 2021, unos buzos encontraron por casualidad un extraño objeto recubierto de una costra de sedimentos en el fondo arenoso cerca de Neve Yam, un kibbutz situado en el norte de Israel, a unos 20 kilómetros de Haifa. Lo que más les llamó la atención era que tenía forma de espada, así que se pusieron en contacto con la Autoridad de Antigüedades de Israel para que pudiera ser estudiado.
Tras varios meses de análisis en el laboratorio, los especialistas han determinado que realmente se trataba de una antigua arma medieval que data de los siglos XII o XIII y que probablemente la perdió un caballero cruzado durante una batalla naval hace unos 800 años, según explican en un artículo publicado en la revista Atiqot.
Siguiendo la tradición europea
Se elaboró siguiendo la tradición europea medieval, basada en las propiedades físicas del pomo y la cruz, y probablemente estaba asociada con el asentamiento franco en Tierra Santa. “La espada fue utilizada por un guerrero que llegó después de la Primera Cruzada, cuando se estableció el Reino de Jerusalén en 1099”, explica en un comunicado el arqueólogo Jacob Sharvit.
Su descubrimiento en medio del mar atrajo un enorme interés mundial. La espada estaba cubierta por una espesa concreción marina de arena y conchas, lo que dificultó que los expertos separaran el metal sin causar daños. “Es una pena, pero nunca vamos a poder ver el arma tal y como era”, señalan los investigadores en su artículo.
Pero también es cierto que la concreción se encarga de ralentizar el proceso de oxidación, preservando la espada en su totalidad. De lo contrario, el hierro se habría oxidado y desintegrado en el agua, añaden. La ayuda de los expertos del Centro de Investigación Nuclear de Soreq permitió analizar la hoja sin quitar ni siquiera la arena.
La tecnología de rayos X de última generación permitió penetrar visualmente las capas de concreción marina y vislumbrar el contorno original de la espada. “Considerando las sangrientas batallas que tuvieron lugar (en el Levante mediterráneo) entre los cruzados y los musulmanes, conocidos por varias fuentes históricas, podríamos esperar encontrar más espadas de este tipo”, señala Sharvit.
El buceador Shlomi Katzin fue uno de los que encontró la espada de forma casual
En la práctica, solo encontramos fragmentos, muy pocas espadas enteras. Hasta el momento, se han encontrado siete de este período en Israel, la mayoría de ellas descubiertas en el mar. Las espadas generalmente no se desechaban. Con los años, una vez que ya no estaban en uso, el metal se reciclaba para otros utensilios, dice.
El estudio en el laboratorio reveló que la espada, con una hoja de 88 centímetros de largo y 4,6 de ancho, probablemente se usó en combate. Su examen con rayos X mostró que estaba claramente doblada. “La espada era parte del equipo personal de un caballero o guerrero. Era el arma principal en el combate cara a cara en aquellos días”, indica el doctor Joppe Gosker.
Las espadas requerían mucho hierro de calidad y, por lo tanto, eran caras. Además, la lucha con este tipo de armamento requería entrenamiento y práctica, y por lo tanto, solo la nobleza y los soldados profesionales luchaban con ellas, añade.
Los investigadores estiman que la espada cayó al mar durante una batalla, quizás entre buques de guerra. “Al ser costosas, las espadas generalmente se encuentran dentro de una vaina. En este caso, solo se encontró la hoja. De esto podemos intuir que cayó al mar durante una batalla, posiblemente mientras aún la empuñaba su dueño. No encontramos ningún resto humano en nuestros escaneos del lugar, pero ¿quién sabe? El guerrero aún puede yacer sin ser descubierto en las profundidades”, explica.
La espada tiene 88 centímetros de largo
El período cruzado franco comenzó en 1099, con la conquista de Jerusalén, que estaba en manos del califato fatimí (el único chií de toda la historia). Una vez obtenido el control de la ciudad santa, los esfuerzos de los cristianos se concentraron en las ciudades costeras.
El Reino de Jerusalén nació con la toma de la ciudad en el año 1099, en el punto álgido de la Primera Cruzada
En Israel, el período de las Cruzadas duró menos de doscientos años. Estas peregrinaciones armadas en las que participaron tanto príncipes como nobles, caballeros y gente común tenían como objetivo recuperar para la Iglesia católica la región de Próximo Oriente.
Los puertos eran básicos para los cruzados
El acceso a los puertos era una condición necesaria para la supervivencia de los asentamientos francos, que dependían del abastecimiento de Europa. Durante este período, se desarrolló una fuerte conexión con Pisa, Venecia y otras repúblicas italianas, que enviaron sus flotas a Tierra Santa para asediar navalmente las ciudades musulmanas.
Los arqueólogos de la Autoridad de Antigüedades israelí consideran que la espada podría haber estado en una de estas naves que sitiaron los fortines costeros, o que quizás perteneció a un caballero cruzado que estaba en un barco que regresaba de camino hacia Europa.
La Vanguardia de España
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