Buenos días, pitaceros. La sentencia de 16 años de cárcel impuesta por la jueza Grendy Alejandra Duque Carvajal a los seis sindicalistas detenidos por protestar contra los cambios en la política salarial es un acto de represión y una clara violación de los derechos humanos. La reiteración nuca estará de más. La actuación de Duque, quien ha estado involucrada en otros casos judiciales polémicos, ha sido cuestionada por su falta de imparcialidad y por utilizar pruebas ilegales, como conversaciones de WhatsApp sustraídas de los teléfonos de los acusados. La Coalición por los Derechos Humanos y la Democracia ha denunciado esta sentencia injusta y ha pedido justicia para los sindicalistas y sus familias. Esto, por sus consecuencias e implicaciones, debería ser un clamor nacional.
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