Luis Bravo: La Memoria que construimos pacientemente desde hace más de 20 años
Más allá de los campos gamonales, se erguía el imponente y frío palacio de Hades. A su izquierda, se erguía un ciprés que señalaba el Lete, la fuente del olvido, en la que los espíritus corrientes se abalanzaban sedientos a beber. Quienes bebían en ella olvidaban de inmediato su vida pasada, lo que les dejaba sin nada de qué hablar. Pero también existía de la Mnemosine, la fuente de la memoria, señalada por un álamo blanco. Robert Graves. Dioses y Héroes de la antigua Grecia. El Mundo-Milenium. 1999/p.28
La Memoria que construimos pacientemente desde hace ya más de 20 años, quiere ser un trabajo de seguimiento del acontecer educativo y su contexto de relevancia histórica, que permita hablar (y escribir) sobre lo que podría convenir para que la educación institucionalizada en Venezuela sea cada vez mejor. O como es el caso de la actualidad que se superen los atrasos a nivel de colapso que inobjetablemente muestra el funcionamiento real del Sistema Educativo Escolar (educación básica y universitaria) Como bien lo indican: La academia especializada, las instituciones independientes y los gremios que velan por los intereses del trabajo en educación.
Cada semana hacemos un balance de la información educativa conectándola en lo posible con la sociopolítica del momento, para ir construyendo una visión longitudinal que permita interpretar los problemas (como carencia de conocimiento) que afectan las cosas de la educación en términos de seguimiento (Follow up). Sobre todo aquello que se relaciona con la formación de las mayorías hoy severamente castigadas por la exclusión. Como es el caso de la ausencia de evaluación oficial sobre lo que realmente ocurrió el año escolar 2022-23 y el estado real de la institucionalidad cuando se abre el 2023-24. Solo tenemos propaganda por las redes y fruslerías pedagógicas, nada sustancioso respecto a la posibilidad real de educación de calidad para todos. Algo que permita parar y reducir la gigantesca brecha que se está abriendo entre quienes pueden pagar la instrucción formal y quiénes no. Entre los que se acercan a los 200 días de actividad académica y los que van a estar muy lejos de tal derecho humano consagrado en la Constitución y la LOE.
Sirva para sustentar las palabras anteriores, la colección y los comentarios que provoca lo que se sabe respecto a la apertura de este año académico el cuerpo central de este nº 972. Que confirman la fundada sospecha de que lamentablemente va a ser casi imposible que nos acerquemos a los 200 días de actividad real en básica y a períodos académicos razonables en la universidad para quienes no favorece la voluntad divina. Si no hay incremento salarial que lo haga viable. Y si no se supera la superficialidad militarista de los Bricomiles en la crucial tarea de reacondicionar las instituciones después de tanto abandono. Seguiremos en la amenazante rutina, para el país colocado en desventaja en la estructura social, según la cual el Gobierno hace que paga y los trabajadores hacen que trabajan.
No hay comentarios:
Publicar un comentario