EL BAILE DE LOS PINTAOS
Y LOS FANDANGOS
El curso sobre investigación cultural dictado por el profesor Enrique González Ordosgoitti, bajo el patrocinio de la Delegación de Extensión Universitaria de la Universidad de Oriente, dotó a los participantes de instrumentos metodológicos idóneos para explorar, partiendo de las fiestas patronales, las manifestaciones culturales residenciales populares de Margarita y Coche.
Al autor de este artículo le correspondió
investigar, privilegiando la fuente primaria de información mediante
entrevistados claves, las festividades en honor a Nuestra Señora de la
Asunción, patrona asuntina y de Margarita, que se desarrollan del 1 al 31 de
agosto, con énfasis en el Día de la venerada imagen, el 15, y la Octava, el 22.
Por vía documental el investigador tuvo
acceso al conocimiento de dos ma-
nifestaciones
culturales ya desaparecidas, los fandangos y el baile de los pintaos, esta
última vinculada a las fiestas patronales asuntinas.
¿Qué características tenían estas dos
manifestaciones? El fandango es, porque todavía existe en España y en México
bajo la modalidad del jarabe, un antiguo baile español difundido en América a
mediados del siglo XVIII adoptando modalidades acordes con la idiosincrasia de
cada región. En el río de La Plata, por ejemplo, tomó carácter licencioso y por
ello fue prohibido en 1743. En La Asunción, según el criterio del obispo Pedro
Martínez, quien lo prohibió, asumió características diabólicas.
Se sabe que la represión eclesiástica no
fue suficiente para determinar su muerte, por cuanto como lo asevera el poeta
Rosauro Rosa Acosta (Diario de Oriente, Enero 5 de 1973) “Los
fandangos asuntinos siguieron” y “se producían por cualquier motivo, por la
llegada de las lluvias o por la ausencia de ellas, por la recolección de las
cosechas, y hasta para recibir o despedir a los obispos”.
¿Cuándo desaparece esta manifestación
cultural y por qué? No hay una respuesta histórica para los conceptos
implícitos en la interrogante.
En lo que respecta al “Baile de los
Pintaos”, por las investigaciones del profesor José Marcano Rosas, reflejadas
en la obra Testimonios
Margariteños (Imprenta Oficial del Estado Nueva Esparta,
1971), se sabe que la extinción de esta manifestación cultural “casi coincidió
con los albores del presente siglo”, que ésta era “La presencia de un
interesante contenido ceremonial aborigen de la región”, que tenía como
escenario “La Plaza Principal de la Vieja Villa. Espacio ocupado hoy por el
Parque Luisa Cáceres de Arismendi, que se realizaba durante la víspera del Día
y la Octava de las festividades en honor a Nuestra Señora de la Asunción”, y
que el nombre de los pintaos “alude a las manchas de pintura que las personas
lucían en la cara y partes descubiertas del cuerpo, cuando participaban en la
danza”. ¿Por qué desapareció esta manifestación cultural donde se invocaba,
antes de la danza, a los espíritus protectores de la tribu, alrededor de la
fogata cuyas brasas los bailarines dispersaban y apagaban con los pies? Es
posible que ambas manifestaciones culturales se hayan extinguido por la
inexistencia de mecanismos de reproducción.
(La Voz de Guarenas,
Guarenas, 10-1-92; El
Guayanés, Ciudad Guayana, 11-1-92; Metropolitano, Barcelona, 14-1-92;
El Diario de
Carora, Carora, 29-1-92).
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