Boric enfrenta una derrota inminente con cualquier resultado del plesbicito
Cualquier resultado en el plebiscito de la segunda constituyente en Chile afectará a la izquierda que sostiene al gobierno de Boric
Fue rápido. Después de un intrincado camino político de ocho meses se cerró el segundo proceso constitucional en Chile en una ceremonia de menos de una hora en el salón de honor del Congreso Nacional de Santiago, con la entrega del proyecto al presidente, Gabriel Boric. En un discurso corto, tras recibir el proyecto, el mandatario convocó al plebiscito de salida del próximo 17 de diciembre, una cita comicial que desde ya dejaría políticamente moribunda a su Administración.
No importa si triunfa la opción “A favor” que impulsa la oposición o se impone el “En contra” del oficialismo en la jornada electoral, donde los chilenos están convocados a votar de manera obligatoria. Cualquiera que sea el resultado complica a La Moneda. “Si esta propuesta se aprueba, como gobierno, cumpliremos íntegramente con su completa instalación e implementación. Si es rechazada, nuestro Gobierno se dedicará sin pausa a seguir trabajando y gobernando por el bienestar de las personas”, alardeó Boric en el evento.
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Sin embargo, los dos escenarios para la salida de la constituyente presionan a Boric. Ninguno dejará ilesa a la izquierda reunida en el Frente Amplio (integrado por Convergencia Social, Comunes y Revolución Democrática) ni al Partido Comunista o el Partido Socialista. Es que, en realidad, al dejar atrapada a la ciudadanía en una promesa que no se encauzó, o más bien, a la que no se le supo sacar provecho. La responsabilidad recae sin duda alguna sobre ellos.
Entre dos aguas turbias
Si gana la opción “A favor” en el plebiscito de la constituyente, al presidente Gabriel Boric le tocará firmar una Constitución con la cual no tienen ningún vínculo ideológico, al haber sido redactada por un pleno opositor. Además, representaría la victoria del Partido Republicano sobre la coalición tachada de progresista, lo cual sería paradójico, considerando que al proceso lo propició un estallido social interpretado como una supuesta “rebelión anti-neoliberal”.
Si gana el “En Contra” tampoco hay nada para capitalizar. Por un lado, sería la respuesta más contundente de la ciudadanía a un desinterés por el asunto mientras que, al presidente le tocaría seguir bajo el marco de la “Constitución de Pinochet”, tal como la llamó, hasta 2026, así como explicar a partir del 18 diciembre las razones que impidieron tener una nueva Constitución sin poder evadir culpas y responsabilidades del gasto de más de 20 millones de dólares en el proceso.
“Todos los malentendidos condujeron a ver en la revuelta de octubre del 19 una epifanía y en el cambio constitucional la llave maestra de cualquier transformación. Y el resultado está ahora a la vuelta de la esquina. La llave maestra será negada por mucho tiempo, puesto que fuere cual fuere el resultado del Plebiscito que se avecina, la trayectoria que Chile traía se consolidará en lo fundamental”, señala el rector de la Universidad Diego Portales en El Mercurio.
Jugando a la neutralidad
Boric desligará su gestión del resultado del plebiscito de la segunda constituyente insistiendo que “la ciudadanía decidiría si la propuesta une al país”. Asegura que su “principal responsabilidad como gobierno y presidente de la República y de todos los chilenos y chilenas es que la ciudadanía pueda expresarse con plena libertad”.
Jugar a la neutralidad es inútil cuando el año pasado el Ejecutivo respaldó el anterior proceso liderado por la izquierda. Esta vez, con los republicanos dominando el Consejo constituyente, la posición es otra. “Sabemos que las constituciones no solucionan los problemas inmediatos, pero debiesen dar un marco para que aquello suceda a través de la política pública. Cada ciudadano tendrá que ponderar de qué manera este texto constitucional permitirá abordar los grandes de Chile” dijo.
Las encuestas ya dan cuenta de ello. El estudio de Black & White revela que la opción “A favor” para el plebiscito constitucional alcanza al 44 %, mientras que la alternativa “En contra” escala al 56 %.
¿Se viene un empate uno a uno entre la derecha e izquierda chilena? Es muy probable. Quizá por ello, “siendo “brutalmente honesta”, la presidente del Consejo constitucional, Beatriz, Heiva, le recordó a Boric que “los verdaderos chilenos anhelan que se cierre este proceso Constitucional”.
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