“Los ricos tienen que pagar más impuestos que los que pagan hasta ahora”
En su intervención en el debate parlamentario que se celebra en el Congreso español para su investidura, Sánchez ha optado por el camino de la demagogia y se ha mostrado como alguien que bajo una capa "conciliadora" está justificando de manera absoluta la amnistía que pactó con los separatistas catalanes. Así, minuto a minuto, se le ve despedazando a España con esta alocución, al pavimentar el camino hacia un referendo de autodeterminación.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, está explorando nuevas maneras de amedrentrar a la ciudadanía bajo un discurso en el que se erige como un gobernante al servicio de los pobres y perseguidor de los poderosos. Es lo que se percibe luego de que el mandatario, quien busca ser reelecto, asegurara que “los ricos tienen que pagar más impuestos que los que pagan hasta ahora. Mientras nosotros gobernemos van a pagar más que el resto”.
En su intervención en el debate parlamentario que se celebra en el Congreso español para su investidura, Sánchez ha optado por el camino de la demagogia y se ha mostrado como alguien que bajo una capa “conciliadora” está justificando de manera absoluta la amnistía que pactó con los separatistas catalanes, entre ellos el expresidente regional de Cataluña Carles Puigdemont, prófugo de la Justicia española en Bruselas. Así, minuto a minuto, se le ve despedazando a España con esta alocución, al pavimentar el camino hacia un referendo de autodeterminación.
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Sin embargo, el referente socialista opta por acusar al Partido Popular (PP) de ser el causante de una “fractura”, “odio” y “discordia” en Cataluña y esgrime a la ley de amnistía como una vía para superar este impasse. La exhibe como un antídoto, su antídoto en realidad, que evita unas próximas elecciones y asegurar su puesto para los próximos cuatro años, hincándose ante quienes quieren desmembrar a España poco a poco. De esta manera obvia las protestas que han tomado las calles del país por más de 10 días. En lugar de oír el clamor ciudadano, Sánchez ha advertido que para la formación de Gobierno lo que valen son los votos de los diputados que responden a lo que los españoles quisieron en las urnas.
Pedro Sánchez, directo a la yugular del PP
Con sus palabras y un discurso marcado por la agresividad hacia otros y elogios a su gestión, Pedro Sánchez se muestra confiado, seguro, tranquilo. Este pacto le asegurará su investidura este jueves como presidente del Gobierno español, con el apoyo de independentistas y nacionalistas. Con ese as bajo la manga dirigió sus dardos a los “populares” a quienes acusó de haber puesto en marcha una “agenda reaccionaria de la mano de Vox”.
Sánchez acusó al PP de ser el causante de todos los males de España. En su opinión, su Ejecutivo se encuentra en favor de los trabajadores, de las mujeres, de los desfavorecidos y de la igualdad, por lo que mientras él sea presidente “no se dará ni un paso atrás” en defensa de los derechos. Por eso, haciendo uso de ese consabido léxico populista ha prometido una “respuesta firme ensanchando el Estado del bienestar” a la ciudadanía.
Estas palabras engrosan la segunda parte de su intervención, donde se deshizo en promesas económicas y sociales que, en su opinión, ha podido llevar a cabo frente a una oposición a la que tachó como “reaccionaria y estéril”, por nombrar algunos de los calificativos que le dio las formaciones a Santiago Abascal y Alberto Núñez Feijóo.
La pelea con el PP y Vox para marcar al PSOE como un “muro de democracia, convivencia y tolerancia” frente a las peticiones de sus opositores, el automasaje a su ego como mandatrio y la alusión de la ley de aministía como un método para conseguir el “impulso a la convivencia y el perdón”, fueron los bloques en los que Sánchez dividió una hora y media de intervención que preocupó a más de un diputado en el Congreso.
Mientras esto ocurría, cientos de personas protestaban en los alrededores del Congreso español. Esta es una manifestación más que se suma a las masivas concentraciones de estos últimos días en contra de la ley de amnistía. Hasta los momentos unas 700 personas estuvieron presentes con banderas de España y algunas pancartas contra Sánchez. Los manifestantes abuchearon a diputados, prensa y trabajadores del Congreso cuando entraban y salían del edificio entre fuertes medidas de seguridad.
El escenario pinta complejo a las afueras a la Cámara de Diputados, puesto que este miércoles es la la primera de las jornadas del debate parlamentario para investir a Sánchez, que previsiblemente contará en la votación de mañana con 179 votos a favor, una cifra superior a los 176 que suponen la mayoría absoluta de un total de 350 diputados. Sin embargo, luego de ser investido, las preguntas que quedan por responder es: ¿Cuánto tiempo tardarán los catalanes antes de venir a colectar su premio?, ¿qué quedará de España luego que la despedace Pedro Sánchez?
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