Chavismo busca acorralar a María Corina con persecución a su círculo más cercano
El entramado que relató el fiscal designado por la extinta e ilegítima Asamblea Constituyente, Tarek William Saab, siguió tomando forma a medida que avanzaba el encuentro con los medios de comunicación. A este "Hampograma", como le llamó, le sumó la presencia de la 'mesa chica' de María Corina Machado. Al respecto, el esbirro del chavismo indicó que Wright "mantenía relaciones económicas" con "Claudia Macero, Pedro Urruchurtu y Roberto Abdul, líderes de la organización" Súmate, "históricamente subsidiada con fondos oscuros y totalmente opacos de presuntas organizaciones al margen de la ley vinculadas" a EE.UU.
El fiscal general al servicio del chavismo, Tarek William Saab, se encargó de dar inicio a la cacería del círculo más cercano de la candidata presidencial y abanderada de la oposición, María Corina Machado, con la emisión de una serie de órdenes de captura a tres de sus más conocidos asesores: Henry Alviarez, coordinador de organización de Vente Venezuela; Claudia Macero, coordinadora de comunicaciones; y el coordinador internacional, Pedro Urruchurtu.
Estos tres referentes, a quienes se les suma el presidente de la ONG Súmate, Roberto Abdul, engrosan la lista de opositores que perseguirá el chavismo y que en esta oportunidad también añadió a los opositores exiliados Yon Goicoechea, Juan Guaidó, Julio Borges, David Smolansky, Carlos Vecchio, Lester Toledo y Leopoldo López, así como también a los exministros chavistas Andrés Izarra y Rafael Ramírez.
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Más allá de argumento, la excusa que dio a los medios Tarek William Saab fue que, según presuntas investigaciones llevadas a cabo por el ente que controla, “todos ellos (los antes mencionados) están vinculados a los delitos de traición a la patria, conspiración con una potencia extranjera para lesionar al Estado, legitimación de capitales, asociacion para delinquir (…) dirigían actividades desestabilizadoras y conspirativas” contra el controvertido referendo no vinculante sobre el Esequibo.
El “hampograma” de Saab o… cómo mentirle a un país para esconder un fracaso
De acuerdo con la agencia española EFE, Saab informó que se logró identificar una serie de financiamientos provenientes del lavado de activos de organizaciones internacionales, para conspirar contra el desarrollo del referendo. Allí enfiló sus dardos contra dos ciudadanos estadounidenses identificados como Damián Merlo y Savoi Jandon Wright ―actualmente detenido―, así como también en contra de Guyana, ExxonMobil y Estados Unidos, sobre quienes aseguró que “trabajan en equipo para despojar a Venezuela” de un territorio que “histórica y legalmente le pertenece”.
Según Saab, Merlo es un exempresario de telecomunicaciones y exasesor de Política Exterior ligado al actual presidente de El Salvador, Nayib Bukele. Esta persona habría entrado en contacto con Wright, quien ya había sido arrestado a mediados de noviembre, apenas se habían relajado las sanciones por parte de Estados Unidos. Al parecer, Wright estaría usando criptomonedas para financiar a los supuestos “conspiradores”.
El entramado que relató Saab siguió tomando forma a medida que avanzaba el encuentro con los medios de comunicación. A este “Hampograma”, como le llamó, le sumó la presencia de la ‘mesa chica’ de María Corina Machado. Al respecto, el esbirro del chavismo indicó que Wright “mantenía relaciones económicas” con “Claudia Macero, Pedro Urruchurtu y Roberto Abdul, líderes de la organización” Súmate, “históricamente subsidiada con fondos oscuros y totalmente opacos de presuntas organizaciones al margen de la ley vinculadas” a EE.UU.
Estas personas, “conjuntamente con Henry Alviarez” (…) “dirigían acciones desestabilizadoras y conspirativas auspiciadas previamente (…) por un grupo de sujetos prófugos de la justicia que se encuentran, de manera cobarde, en el extranjero”, entre los que mencionó a Juan Guaidó, Julio Borges, Leopoldo López y Rafael Ramírez.
Estados Unidos advirtió el viernes que está dispuesto a suspender “en los próximos días” el alivio de ciertas sanciones a Venezuela a menos de que haya más avances en el país en la liberación de presos políticos, como estaba acordado. Sin embargo, la aprehensión de dos ciudadanos estadounidenses tensa nuevamente las cuerdas de las negociaciones.
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