Cientificos chinos buscan revertir el envejecimiento y Xi Jinping sería el más beneficiado
Los investigadores lograron "una mejor reparación ósea", que podría servir para prevenir enfermedades geriátricas. El avance cae como anillo al dedo a un régimen que ve con desesperación cómo la población envejece al caer la tasa de natalidad
Ganarle la carrera al tiempo para revertir el envejecimiento es el objetivo de científicos chinos que hace un tiempo prueban tratamientos con hidrógeno y nanotecnología para contrarrestar los achaques de la edad. Tras experimentar con ratones, lograron “una mejor reparación ósea”, que podría servir para prevenir enfermedades geriátricas humanas en el futuro, según el hallazgo.
Los científicos dijeron a la revista Nature Communications “que han superado el problema de cómo administrar de forma segura una alta concentración de moléculas de hidrógeno durante el tiempo suficiente para tener un efecto terapéutico”. Lo hacen a través de un implante creado con nanotecnología que suministra este elemento químico “40000 veces más eficientemente que otros métodos, como beber agua rica en hidrógeno o inhalar gas”.
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Casualidad o no, esta novedad científica que promete retrasar el envejecimiento llega casi al mismo tiempo que la Conferencia Central de Trabajo Económico del Partido Comunista Chino (PCCh). Duró dos días y contó con la presencia del dictador Xi Jinping para definir las prioridades del gigante asiático de cara al próximo año. Uno de esos puntos, es justamente repuntar la economía tras los continuos tropiezos que tuvo en 2023, en parte por el autoritarismo del PCCh. Es por ello que necesitan “convertir los desafíos demográficos en una oportunidad para apuntalar la economía”. Como es bien conocido, la natalidad cayó el año pasado a su nivel más bajo en seis décadas. Por ende, se reduce la fuerza laboral.
Expectativas sombrías para Xi Jinping
Esta situación demográfica no es agradable para la segunda economía del mundo. Por si fuera poco, hay reportes de jóvenes emigrando por el adoctrinamiento en las universidades, mientras que la clase pudiente prefiere sacar a sus familias del país por los controles excesivos del régimen.
Si el hallazgo de los científicos chinos para revertir el envejecimiento guarda relación directa con las necesidades de Xi Jinping, es algo que por el momento se desconoce. Aún así, los avances suenan prometedores en un contexto donde estimaciones apuntan a que para el periodo 2031-2035, “a China le irá peor que a Estados Unidos en todas las métricas demográficas y en términos de crecimiento económico”, según declaraciones a BBC que dio en abril pasado Yi Fuxian, científico sénior en obstetricia y ginecología de la Universidad de Wisconsin-Madison.
El coctel de la baja natalidad china y el envejecimiento de la población parece empeorar al mencionar una encuesta de la Liga de la Juventud Comunista de China del año 2021. De 3000 personas consultadas de entre 18 y 26 años, el 40 % de las mujeres jóvenes habitantes de las ciudades dijo que no tenía planes de casarse. El 25 % de los hombres opinaron igual. Al respecto, hay un análisis interesante de Peter Jacobsen, miembro de la Fundación para la Educación Económica. sobre aquella política del hijo único vigente desde 1982 a 2015. Este menciona que la clave no es sólo el fracaso de la ley en sí. En realidad, “este reside en la idea de planificar centralmente una población”.
Carrera de conocimiento contra EEUU
Con los tratamientos de hidrógeno los científicos chinos también esperan tratar otras afecciones y enfermedades relacionadas con la edad, como el alzheimer. En este sentido, el implante que desarrollaron liberó hidrógeno durante siete a nueve días. El objetivo es crear otro que funcione por mayor cantidad de tiempo.
Este desarrollo también se suma a una lista de avances tecnológicos chinos que parecen llegar a todos los espacios posibles: aire, mar, tierra y seres humanos. El PCCh está decidido a plantar su bandera y superar a EE. UU. en esta carrera del conocimiento que parece no tener coto. Hace solo días atrás, el gigante asiático inauguró la ampliación de su laboratorio subterráneo, el más profundo del mundo, donde estudian la materia oscura.
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