Estaciones

 Estaciones

 

 Cruzando el Aqueronte de los muertos y de los espíritus,
difuntos nosotros mismos, el rostro en doloroso rictus,
la vida llevada por Caronte entre los velos de la guerra impía.

entonamos el réquiem de los que se fueron un día.

 

 Como flores deshojadas, los lamentos brotan del sendero
que la humanidad cruzara este año de tenebrosa hechura,
la vida vuelve a caminar de nuevo con ímpetu somero,
el ayer, fugaz pasado, el hombre, tal cual en su locura.
 

Así somos. Ya me veo de nuevo entre el discurso diario,

hablando de todo lo que ocurre, aquí, cerca, en mi presencia,
en la calle llena de grietas, en este lejano vecindario
de aquel en duelo donde el infortunio es herencia,
 
Sucede, pero solo cuando el invierno su huella ha dejado,

resignados vamos viendo pasar las largas estaciones,
llegan y se van entre mito y tradiciones, rápidos pasados,
futuros vagos y un volver siempre de nuevas emociones.
 
Cuanto de mi ser no diera por que la guerra no existiera
y que todas las querellas fueran de causa peregrina
y se dirimieran pensando en ver llegar la primavera 
con toda su alegría y tantas razones para ser vivida.
 
Joseph Berolo & Martha Sonia Herrera Muñoz
2023-2024

Naciones Unidas de las Letras, 29-12-2023