Prodigio
Instante este es de sentir como la tierra de los Dioses
en un principio desordenada y vacía, en las tinieblas,
sin forma alguna, envuelta toda en abismales roces
que el espíritu del Creador se mueve y se revela.
Es el prodigio de dos latidos en el cruce de caminos,
del año que parte envuelto en tantos sinsabores
y el que llega cargando su herencia de temores
cual fueran los tiempos de la sombra y los abismos.
Prodigio fue de Dios haber creado el todo de la nada
y en cinco días que imagino fueron siglos, hacer el universo,
más hazaña es reconstruir el mundo y traerlo de regreso
y ver la luz brotar sobre la tumba donde yace hollada.
Ciegos somos, ya no creemos en los Dioses, queremos
mantener la vida siendo tan humanos, tan dados a creernos
todo poderosos, haciendo y deshaciendo el día, borrando sueños
la luz cubrimos con tinieblas y al azar viajamos los infiernos.
La nave del tiempo está llegando al puerto. Es el año nuevo,
y a congregarnos llama, así, como estamos. Sin capitán.
Sin Dios, en las tinieblas deambulamos, nos cobija el hielo,
y es la nada el reino donde impera triunfante la maldad.
Instante este es de sentir como la tierra de los Dioses
en un principio desordenada y vacía, en las tinieblas,
sin forma alguna, envuelta toda en abismales roces
que el espíritu del Creador se mueve y se revela.
Joseph Berolo
2023-2024 Naciones Unidas de las Letra, 29-12-2023
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