馃巹馃寧 | La Navidad ante el suicidio de Occidente
La Navidad es centro de nuestra Civilizaci贸n, la m谩s virtuosa, libre y generosa de la humanidad. Que la Luz del Mundo les ilumine y les llene de esperanza
¡Feliz Navidad, Destacado suscriptor!
En esta edici贸n del bolet铆n, queremos celebrar la Navidad, una de las festividades m谩s importantes de nuestra civilizaci贸n.
La Navidad es una 茅poca de alegr铆a, esperanza y amor. Es un momento para estar con la familia y los amigos, para compartir buenos momentos y para reflexionar sobre el significado de la vida.
La Navidad tiene un significado especial para cada persona. Para algunos, es una celebraci贸n religiosa que conmemora el nacimiento de Jes煤s. Para otros, es una 茅poca de alegr铆a y celebraci贸n, sin importar su religi贸n.
Sin importar c贸mo la celebremos, la Navidad es una 茅poca para que todos nos sintamos conectados. Es un momento para recordar que somos parte de algo m谩s grande que nosotros mismos.
En esta edici贸n del bolet铆n, compartiremos con ustedes algunas reflexiones sobre la Navidad, as铆 como art铆culos sobre las diferentes tradiciones navide帽as en todo el mundo.
Esperamos que disfruten de esta celebraci贸n tan especial.
Que la Luz del Mundo les ilumine y les llene de esperanza.
¡Feliz Navidad!
Equipo Destacadas
George Bailey era un buen hombre a cargo de un peque帽o banco familiar. Era, adem谩s, un buen padre, esposo y vecino, pero se enfrentaba a una terrible y angustiante situaci贸n: la falta de una suma de dinero llevar铆a a su peque帽o banco a la quiebra segura. Esto lo hundir铆a en la miseria junto a su familia, sus empleados y clientes. Adicionalmente arrastrar铆a su honra y prestigio. En su desesperaci贸n, en plena Nochebuena decide suicidarse, pero en ese momento recibe la visita de su 谩ngel de la guarda que le rese帽a la forma en la que su existencia hab铆a cambiado la historia de aquellos a quienes George hab铆a ayudado y le muestra c贸mo ser铆a la vida en su comunidad si 茅l nunca hubiera existido.1
Se trata de la historia de It’s a Wonderful Life, (¡Qu茅 bello es vivir!). En 1946 Frank Capra dirigi贸 esta pel铆cula que fue, inicialmente, un fracaso de taquilla. Capra hizo que la oportuna intervenci贸n del 谩ngel revirtiera la tragedia para lograr una feliz Navidad, consiguiendo un producto cinematogr谩fico que con los a帽os se convirti贸, tal vez, en el cl谩sico m谩s cl谩sico de la Navidad de todos los tiempos. El exquisito talento de Capra para equilibrar sentimentalismo y epopeya supo inspirar las navidades de la posguerra con un producto que identificaba los valores navide帽os del nacimiento como s铆mbolo de esperanza, del triunfo de la luz sobre la desesperaci贸n o de la sacralidad familiar como s铆mbolo de refugio; con los de un occidente triunfal y pujante. La pel铆cula se repiti贸 por a帽os durante cada Navidad en cines y en televisi贸n. Su mensaje acompa帽贸 cientos de miles de festejos navide帽os m谩s all谩 del lugar o de las circunstancias de los espectadores.
La Navidad es un mito fundacional occidental
Los mitos fundacionales son vitales porque, aunque sus componentes resulten para una parte de la sociedad ficcionales, contienen un volumen simb贸lico propio de la vivencia personal, familiar y colectiva, por lo tanto son referenciales y eso les confiere una existencia. Los elementos que componen una cultura, como su mitolog铆a y su ritualidad organizan complejas redes de significados que sirven para hacer accesible la comprensi贸n personal de circunstancias de la vida que no podr铆an sobrellevarse de otra manera. Aquello que es lo justo y su lacerante ausencia, el lugar de la muerte en una comunidad, el valor de la vida, el espacio de la trascendencia, la transmisi贸n de la experiencia y la b煤squeda del conocimiento, constituyen un mont贸n de decisiones filos贸ficas que los pueblos toman a lo largo de su historia y que conforman su cosmovisi贸n.
Existen dos conceptos pol铆ticos, en nuestra cosmovisi贸n, que suelen estar profundamente entrelazados, se trata de «cultura occidental» y «valores judeocristianos». Es una superposici贸n muy atractiva, y que muchos autores han explorado, la de recorrer por un lado el af谩n civilizatorio occidental, y por otro el aporte que, a esa civilizaci贸n, ha dado la tradici贸n religiosa que le aport贸 茅tica y soporte espiritual. La dependencia y retroalimentaci贸n de esas variables convierte en una s铆ntesis el legado de la 茅tica judaica con la herencia de la moral cristiana, incorporando al an谩lisis pol铆tico la idea de la «tradici贸n judeocristiana» como ese veh铆culo de valores mitol贸gicos fundacionales de la cultura que nos trajo hasta aqu铆.
En consecuencia, y a los fines civilizatorios, lo importante de los mitos es que sirvan como significaci贸n cohesionadora del grupo. La creencia o no en un relato m铆tico no desacredita toda la cultura y la 茅tica surgidas de ese relato. Por tanto, en el plano c铆vico, lo virtuoso de los relatos m铆ticos es la formaci贸n de valores compartidos, que funcionan como herramienta de legitimaci贸n para la posterior acci贸n pol铆tica, al enmarcarla en un sistema de referencia colectivo del que emanan principios civilizatorios. Se trata de la existencia real y referencial de un «terreno com煤n», m谩s all谩 de creyentes y no creyentes y esto es de una relevancia sociopol铆tica crucial sin la cual una cultura se destruye.
El pasado 7 de octubre se desat贸 un ataque crudel铆simo contra Occidente. Lo que comenz贸 en Israel se extendi贸 r谩pidamente a todas las capitales de los pa铆ses que representan el ep铆tome de la cultura occidental. En adelante ya no hubo espacio simb贸lico y f铆sico en el que ese ataque no se cuele. El mism铆simo s铆mbolo de lo que pretende ser la concordia entre las naciones que comparten los valores judeocristianos, de los que emana el concepto de “derechos humanos”, por ejemplo, es Naciones Unidas. Pues Naciones Unidas se convirti贸 en una poderosa arma de lucha contra occidente, y de ah铆 para abajo, todo ha sido un machacar contra esta cultura occidental cimentada en sus mitos fundacionales. Los caricaturistas de Charlie Hebdo, Samuel Paty, Samira Sabzian, Mahsa Amini, Inbar Hayman, Oriya Ricardo y los cientos de miles de v铆ctimas del odio contra Occidente y sus valores son una tragedia que crece d铆a a d铆a y que enluta esta Nochebuena tan oscura como la de George Bailey. Cada una de las v铆ctimas es una derrota que pesa sobre una civilizaci贸n que parece estar, tambi茅n, dispuesta a suicidarse justo en esta nueva conmemoraci贸n navide帽a. Se hace imperioso recuperar la Navidad como una mitolog铆a civilizatoria occidental.
Uno de los aspectos m谩s caracter铆sticos de la Navidad, cuyo paralelo se encuentra en J谩nuca, la fiesta jud铆a de las luces, es la promesa de esperanza y liberaci贸n frente al sufrimiento y la injusticia. En ocasiones, las met谩foras de la luz contra la oscuridad nos hacen olvidar que no era metaf贸rico el miedo a la noche en los albores de nuestra civilizaci贸n. Celebrar el dominio de la noche es un salto civilizatorio brutal. La humanidad que conquist贸 el espacio, que pobl贸 toda la Tierra y que se transform贸 en un prodigio de ciencia, filosof铆a y arte, empez贸 con la proeza de domesticar el fuego, y la consecuente posesi贸n de la luz adem谩s permiti贸 vencer la indefensi贸n que produce la tiniebla. La noche iluminada es una se帽al de la civilizaci贸n humana y de que el hombre no est谩 a merced de la intemperie. Los paralelos ritos judeocristianos incluyen justamente la celebraci贸n de todo eso: el triunfo sobre la oscuridad vencida. Pues las conquistas logradas gracias al ingenio, al descubrimiento, a la acumulaci贸n y la transmisi贸n del saber no son un valor universal, son un valor occidental. Ha sido Occidente el motor de ese valor, m谩s all谩 de que otras culturas se beneficien de 茅l.
Existe otro concepto que plasma la forma de entender la humanidad dentro de Occidente en la celebraci贸n de la Navidad y es su representaci贸n del valor de la infancia y de la excepcionalidad del individuo. La Navidad representa el arquetipo del ni帽o simbolizado en la inocencia, en la vulnerabilidad. A su vez en la infancia reside la promesa de un nuevo comienzo. La Nochebuena deposita en ese ni帽o la esperanza de un mejor porvenir. La concepci贸n de la ni帽ez como depositaria del cambio y renovaci贸n afirma el papel del amor y el cuidado por aquel que nace como un valor en s铆 mismo. No ocurre esto en todas las culturas de la antig眉edad, ni es cierto que en todas las culturas actuales los ni帽os tienen el mismo valor que el que representan para la cultura occidental. Puede ser reconfortante pensar que el valor de la ni帽ez es universal pero no es cierto. Los ni帽os instrumentalizados con fines de la peor cala帽a han sido una constante hist贸rica que s贸lo es repudiada en Occidente y gran parte del ataque a Occidente es el ataque a la sacralidad de la infancia tal como la concebimos.
Ocurre que, para Occidente, en la infancia est谩 latente el futuro potencial y es la mitolog铆a navide帽a la responsable de ese ideal de la infancia como valor supremo. Tampoco esto era metaf贸rico en 茅pocas en las que mor铆an uno de cada tres ni帽os antes de cumplir el a帽o o en el que se hac铆an matanzas de ni帽os impunemente por pol铆tica o religi贸n. Poner en la ni帽ez toda la esperanza y dignidad humana requiri贸 una evoluci贸n civilizatoria que hizo Occidente hace miles de a帽os, a diferencia de gran parte del resto de la humanidad, y eso representa la Navidad.
La otra cuesti贸n clave del mito navide帽o es la que pone 茅nfasis en la salvaci贸n y la redenci贸n que instaura una particular concepci贸n de la vida como una historia de prop贸sito personal. La idea de persona, de la excepcionalidad del individuo con dignidad y derechos, creado igual a sus pares ante los ojos de Dios, refleja la creencia en la integridad innata de cada persona que es valiosa y merece consideraci贸n. Esta idea de la persona como 煤nica y valiosa es tambi茅n un fen贸meno occidental que contrasta con la noci贸n de otras civilizaciones, donde los individuos son considerados en base a su valor colectivo y utilitario, siendo su estatus determinado por su posici贸n en la sociedad y no por su condici贸n humana.
No es casual que el mito fundacional de la Navidad est茅 siendo progresivamente degradado. Se han suspendido celebraciones navide帽as consideradas ofensivas para la multiculturalidad y se llega al absurdo de omitir hasta su nombre en eventos y objetos que contienen su iconograf铆a. Existe un enorme, exponencial y abierto ataque a los mitos fundacionales occidentales, a su tradici贸n y ritualidad, lo que expone un ataque a su cultura y a sus logros y sistemas de vida. Los valores judeocristianos son la base de la ciencia, del pensamiento y del derecho. Sin estos precedentes deja de existir el sentido de los derechos humanos. La cultura occidental es la responsable de una 茅tica que puso fin a la esclavitud, que planteo la igualdad de derechos entre hombres y mujeres, y que consigui贸 un sistema de prosperidad capaz de producir alimentos y cobijo para todos los humanos que existen. La transmisi贸n de esa cultura, la conciencia de la propia imperfecci贸n y la sabidur铆a de tomar lo que le precedi贸 y buscar m谩s all谩 de sus propios l铆mites, ha llevado a Occidente a una forma de vida que est谩 siendo agredida.
La famosa sentencia de que “La libertad nunca est谩 a m谩s de una generaci贸n de su extinci贸n. La 煤nica manera de que hereden la libertad que hemos conocido, es si luchamos por ella” puede aplicarse perfectamente a la tradici贸n occidental y decir: “La cultura occidental nunca est谩 a m谩s de una generaci贸n de su extinci贸n. La 煤nica manera de que hereden los valores que hemos conocido, es si luchamos por ellos”. Ocurre que la cultura occidental influy贸 en todo el mundo, pero no es la de todo el mundo y ni siquiera es un aspiracional de todo el mundo. Un r谩pido escrutinio por las opciones posibles servir铆a para justificar una defensa cerrada de lo conseguido, sobre todo para no tener que vivir bajo alguna de las alternativas.
Justamente, Frank Capra fue un propagandista de ese estilo de vida que reflejaba los valores occidentales cuando Occidente a煤n se enorgullec铆a de su epopeya civilizatoria. Hizo otros trabajos magn铆ficos antes del cl谩sico navide帽o It’s a Wonderful Life. Por ejemplo, durante la Segunda Guerra mundial realiz贸 la serie documental llamada “Por qu茅 luchamos” (Why We Fight) una obra fundamental para desafiar la propaganda nazi instalada en todo el mundo y generar la autoestima necesaria para pelear por los valores que consideraba buenos y justos. Se trata de un trabajo de aut茅ntica propaganda pol铆tica en defensa propia y una estrategia actualmente desestimada y hasta tachada de incorrecta, y sin embargo altamente recomendable si se pretenden defender esos valores que s贸lo pueden existir en esta castigada cultura nuestra. Una arenga necesaria frente al suicidio de Occidente, que funcione como un 谩ngel de la guarda que nos muestre c贸mo ser铆a el mundo si la tradici贸n judeocristiana no hubiera existido y nos recuerde «por qu茅 luchamos».
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