26 de enero de 2024 |
Es martes y no hay tiempo que perder. Esta es la edición exprés de nuestro boletín.
Por Frances Robles Correspondent, National and Foreign |
Hola, soy Frances Robles, reportera de investigación del Times y cubro América Latina y Estados Unidos.
Hoy escribo El Times porque hace poco leí la historia de una comunidad en Texas que se ha visto inundada por una ola de amputaciones debido a la diabetes. De inmediato me llamó la atención, porque ese problema afecta a muchos latinos en Estados Unidos. Por eso quise conversar más con el reportero que cubrió el tema.
Pero también me interesó de forma personal: mis padres fueron diabéticos, al igual que tres de mis cuatro abuelos. El año pasado, mi tía perdió sus piernas debido a la enfermedad y a mi pareja lo diagnosticaron con diabetes tipo 1 cuando tenía cuarentaytantos. Yo llevo dos décadas con prediabetes.
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Así que el tema me obsesiona un poco. Contacté a Edgar Sandoval, el reportero que escribió la nota, para preguntarle sobre este asunto.
La conversación a continuación ha sido editada y condensada por claridad y espacio.
Un especialista en prótesis y órtesis anima a un paciente. Kaylee Greenlee para The New York Times |
Frances: ¿Por qué escogiste este tema?
Edgar: Durante gran parte de 2023 estuve escuchando un aviso de servicio público en una estación de radio local, TPR, que advertía a la población sobre una alarmante tendencia de amputaciones relacionadas con la diabetes. Me propuse averiguar al respecto y, al final de año, tuve tiempo para empezar a investigar el tema. Las cifras se me hicieron inquietantes.
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Descubrí que Texas tiene una de las tasas más altas de país en amputaciones relacionadas con la diabetes: unas 52 por cada 100.000 hospitalizaciones. Las cifras eran más alarmantes en San Antonio, la séptima ciudad más poblada de Estados Unidos, donde los hombres tienen tres veces más posibilidad de perder un pie o una pierna por la diabetes que las mujeres.
¿Por qué crees que el tema es más grave entre los hombres?
Una de las razones, me dijeron los doctores, puede deberse a los estigmas culturales que tienen los hombres latinos ante la atención médica.
Julius Hunter, coordinador en el programa de Prevención y Control de la Diabetes de San Antonio, me explicó que ha visto que, desde jóvenes, los hombres tienden a ser programados para “aguantarse” y suelen ignorar las cortadas y lesiones que pueden ser síntoma de infección severa, incluso cuando ya tienen un diagnóstico de diabetes. Cuando su oficina organizaba seminarios de diabetes, se dio cuenta de que había muy pocos asistentes varones. Muchos hombres han escuchado frases como: “¿Eres un hombre o vas a llorar como un niñito?”. Esos mensajes prevalecen hasta la edad adulta.
La mayoría de la gente no se da cuenta de que, como dice tu reportaje, la genética también desempeña un papel importante. La gente cree que solo hay que perder peso y “¡problema resuelto!”. ¿Qué te dijeron los médicos sobre por qué los genes de personas latinas en particular se ven tan afectados?
Ralph DeFronzo, un médico que desempeñó un papel clave en el desarrollo de la metformina, el medicamento de primera línea para el tratamiento de la diabetes, me explicó que estos grupos tienen genes que predisponen al páncreas a no fabricar suficiente insulina, y otros que hacen que los tejidos se resistan a ella. A esto hay que añadir la falta de acceso a una atención adecuada y, en el caso de San Antonio, la popularidad de la tradición culinaria Tex-Mex, con grandes cantidades de aceites grasos y carnes rojas, y carbohidratos procesados como tortillas de harina y dulces. La combinación de todos estos factores es una receta perfecta para que la diabetes surja.
El problema es tan grave en San Antonio que el Instituto de Diabetes de Texas, un centro médico de atención para diabetes, atiende la asombrosa cifra de 80.000 personas al año.
Si la situación es tan grave en San Antonio, me pregunto qué pasa en otras zonas de gran población latina, como Miami, Los Ángeles y Puerto Rico. ¿Se están produciendo también amputaciones en esas zonas?
Hay un aumento mundial de la diabetes, y las comunidades latinas han sido muy afectadas. Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades y otros organismos en Estados Unidos no hacen un seguimiento de las amputaciones relacionadas con la diabetes por ciudades. Así que esas cifras son difíciles de conseguir, pero me resulta claro que otros lugares con una gran población latina también deben tener una alta incidencia de diabetes y complicaciones relacionadas. En mi reportaje decidí centrarme en Texas.
En San Antonio, ciudad del sur de Texas con gran presencia de mexicanos estadounidenses, hay una crisis de diabetes que está costando pies y piernas a los hombres. Kaylee Greenlee para The New York Times |
Entre los latinos, las estadísticas de la diabetes son especialmente aterradoras para los puertorriqueños. La diabetes es la tercera causa de muerte en Puerto Rico, mientras que es la séptima en EE. UU. en general. ¿Qué te dijeron los médicos que entrevistaste sobre lo que los boricuas como yo podemos hacer para no enfermarnos?
Como todos los latinos tienen predisposición genética para que les diagnostiquen diabetes, lo mejor que podemos hacer es intentar comer tan sano como sea posible, hacer más ejercicio y a acudir a revisiones médicas con frecuencia.
La crisis está siendo acelerada por la falta de acceso a la salud. Los republicanos de Texas se han opuesto consistentemente a que se amplíe la cobertura de Medicaid para los residentes de bajos ingresos con la Ley de Cuidado de Salud a Bajo Precio de 2013.
Para el reportaje hablé con Juan Arguello III, un hombre de 50 años que lleva tres años con una prótesis de pierna y ahora ayuda a los pacientes que han perdido alguna pierna debido a la enfermedad. Les dice “los niños”, porque tienden a ser mucho más jóvenes que él, me dijo. Un paciente que vio hace poco no parecía tener más de 8 años. “Me destrozó”, me dijo.
Te invitamos a leer el reportaje completo de Edgar. ¿Tienes una historia familiar o personal con la diabetes? Nos gustaría saber cómo la has manejado. Participa en los comentarios.
PUEDES LEER EL REPORTAJE COMPLETO AQUÍ: |
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Conoce a las aves de tu comunidad
Mike McQuade |
Hay personas que adoran los colibríes. Las golondrinas son símbolo de despedida en el folclore musical mexicano. Y en Perú, los gallinazos, un tipo de buitre, son símbolo de Lima, la capital.
¿Tienes predilección por algún ave en particular? ¿Te interesa aprender sobre los pájaros? The New York Times, junto con el Laboratorio de Ornitología de la Universidad de Cornell, te invita a participar en un proyecto de avistamiento de aves que lanzaremos en unas semanas.
Si quieres unirte, puedes apuntarte en este formulario y, a partir de febrero, empezar a recibir los correos del proyecto. Serán cinco entregas. Para ir calentando motores, te invitamos a responder el cuestionario y, de paso, contarnos ahí cuál es tu pájaro favorito y cómo llegó a gustarte.
—Patricia Nieto, Elda Cantú y Sabrina Duque produjeron y editaron este boletín.
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