Foto LVBP – Edgar Basalo Mussa

Los Tiburones de La Guaira es un equipo simpático. El que todo el mundo quisiera seguir, si no fuera fanático de otro club. Pero el domingo, al conseguir el título de la Liga Venezolana de Beisbol Peofesional, después de una larguísima espera de 37 años, satisfizo a todos los suyos, reconquistó a los que fueron suyos pero habían pasado a la reserva, y produjo alegría en todos los demás amantes del juego que no seguían a Cardenales de Lara.

La ansiada victoria de este equipo que vivió su época más festiva en los años ochenta del siglo pasado, con su célebre y popular «guerrilla» -esta sí- alcanzó el campeonato comandado por uno de los integrantes de aquellas novenas ruidosas, Oswaldo Guillén, que fue campeón de la Serie Mundial estadounidense en 2006 con los Medias Blancas de Chicago.

Guillén, siempre con salidas inesperadas, dijo que el título logrado el domingo en Barquisimeto fue más difícil que el de 2006. El equipo de Los Medias Blancas -donde jugaron Luis Aparicio y Guillén, emblemas también en los Tiburones- tardó 88 años en saborear un campeonato.

Tras una ronda clasificatoria irregular en buena parte del recorrido, La Guaira ganó 16 de sus 21 partidos entre el round robin y la final para hacer dichosa a su fiel fanaticada.

Fue el octavo título para este equipo que comenzó a participar en la liga de beisbol en 1962, tras adquirir la franquicia de Licoreros de Pampero por la simbólico suma de 1 bolívar. El comprador fue José Antonio Casanova, manager del equipo que se despedía y del que llegaba.

Su primera década fue tan exitosa como la de los años ochenta y se convirtió, junto con Leones del Caracas y Navegantes del Magallanes, en los gallitos del torneo.

Ahora será el representante venezolano en la Serie del Caribe que se celebrará del 1º al 9 de febrero en Miami. Es una asignatura pendiente, pues La Guaira siempre ha sucumbido en el torneo final de las ligas caribeñas. ¿Será este el año de acabar con el maleficio? Su victoria en el campeonato local envía el mensaje de que todo es posible con perseverancia, ilusión y haciendo bien las cosas.