Purga de Xi Jinping en el régimen chino llegó a niveles récord en 2023
El régimen comunista inició investigaciones contra 45 altos funcionarios en un solo año, el número más alto desde hace más de una década. Detrás de la "campaña anticorrupción" hay asuntos sospechosos como desapariciones y extrañas muertes
Oriana Rivas PANAM POST 
Era octubre de 2023 cuando salió a la luz la muerte de Li Keqiang, el ex primer ministro de China y promotor de reformas económicas desde marzo de 2013 hasta marzo de 2023. Según medios del Partido Comunista Chino (PCCh), sufrió un infarto mientras estaba “tomando un descanso” en una piscina en Shanghái. Casualmente el exdiplomático representaba cambios que al parecer estaban opacando a Xi Jinping.
El caso sirve para mencionar que durante el año pasado, el régimen chino inició investigaciones contra 45 altos funcionarios, según un balance del South China Morning Post. Es un número récord en el marco de la “campaña anticorrupción” que lidera la alta cúpula del poder en Pekín desde que Xi Jinping comenzó esta cruzada hace más de una década.
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En torno a este tema surgen dos cuestiones. Primero, Xi Jinping se habría planteado desde hace varios años la meta de erradicar a los funcionarios “deshonestos”. Y segundo, detrás de estas purgas habrían presiones para que cumplan al pie de la letra el pensamiento de Xi Jinping sobre “el socialismo con características chinas para una nueva era”. Como consecuencia, el número de investigaciones de alto nivel iniciadas en 2023 aumentó 40 % en comparación con 2022, cuando la Comisión Central de Inspección Disciplinaria (CCDI) registró 32 investigaciones sobre altos cargos.
Purga despiadada en la cúpula del PCCh
La mayoría de los sujetos investigados pertenece al grupo de los “tigres”, es decir, con rangos de nivel viceministerial o superiores. Otra categoría la conforman los llamados “moscas” con cargos más bajos, pero cuyas posiciones eran de confianza. Voceros aseveran que 27 de los 45 detenidos ya estaban retirados de sus funciones y la supuesta corrupción que cometieron habría ocurrido hace 10 o 20 años por “malas conductas antes de que Xi asumiera el poder”.
Sin embargo, a pesar de que las investigaciones del CCDI se centran en funcionarios retirados, eso no opaca el problema de fondo que acapara titulares cada vez que salen a la luz purgas por acusaciones como corrupción, transgresión de la disciplina del partido o “mal comportamiento”.
Hacer una lista de estas “depuraciones” es descubrir que existen ciertos patrones entre las víctimas: en algún momento criticaron las decisiones de Xi Jinping, tenían gran poder dentro del politburó del PCCh o proyectaban futuros liderazgos por encima del dictador. Pero hay una ligera diferencia: a medida que pasaba el tiempo, los funcionarios neutralizados —sea con destituciones, desapariciones o con condenas a muerte— pasaron de pertenecer a filas de facciones políticas hostiles a ser miembros del más cercano círculo interno de la política china. Estos son algunos funcionarios que al igual que Li Keqiang sufrieron trágicos desenlaces:
- Li Shangfu: ministro de Defensa hasta octubre de 2023. Está desaparecido y supuestamente bajo investigación.
- Qin Gang: exministro de Relaciones Exteriores. No se le ha visto en público desde el 25 de junio pasado. Según el portal Politico, murió a finales de julio por suicidio o por tortura en el hospital militar de Pekín.
- Li Yuchao: general y antiguo responsable de la Fuerza de Misiles del Ejército Popular de Liberación (EPL). Desapareció en 2022 y fue reemplazado oficialmente en 2023.
“Nadie está a salvo”
Palabras certeras pronunció Deng Yuwen, exeditor adjunto del Study Times (una publicación de la Escuela Central del PCCh) para retratar lo que está pasando: “Nadie está a salvo”.
Mientras tanto, Xi Jinping aumenta los controles económicos y el adoctrinamiento ideológico en universidades y empresas para evitar el surgimiento de nuevos enemigos. Algunos tildan la persecución de Xi Jinping contra funcionarios chinos como “paranoia” en tiempos donde el dictador necesita cerrar filas para superar económica y bélicamente a Estados Unidos.
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