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| Dejando el mundo atrás
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Destacado Suscriptor,
Hoy queremos compartir con ustedes una reflexión sobre “Dejando El Mundo Atrás” una película que pone sobre la mesa la influencia de los actores globales y su poderosa presencia en el mundo actual.
Forman parte de la producción los bien conocidos (ideológicamente) Barak y Michelle Obama, quiénes ya han formado parte con su productora de otras piezas audiovisuales como ‘American Factory’ (un documntal sobre los trabajadores americanos en el Ohio post-industrial) ganadora del Óscar a Mejor Documental en 2020 y además, cuentan con un contrato por más de seis series y películas para Netflix.
Para los globalistas, resulta fundamental debilitar a Estados Unidos. El país que en su momento se autoproclamó "guardián" del mundo ya no puede seguir existiendo, y por eso estas personas se han dedicado en los últimos años a manipular y controlar las principales instituciones de Estados Unidos. Aunque ya han logrado esto, las élites globalistas buscan ahora humillar y destruir a la clase media, dejándola vulnerable.
La cinta nos muestra el perverso plan de estas élites para desestabilizar a Estados Unidos, las cuales se dividen en: aislamiento, caos sincronizado y golpe de Estado.
Al parecer el mensaje es claro: ¡Prepárense para ser testigos de cómo estos globalistas arruinan a una nación que solía ser poderosa!
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Equipo Destacadas
Los globalistas creen que es sumamente importante destruir a los Estados Unidos de América. Y no porque esta nación sea un bastión de libertad y democracia, porque lamentablemente ya no lo es.
Durante los últimos 100 años, poco a poco las principales instituciones de Estados Unidos han sido infiltradas y asumidas por estos grupos: el gobierno, la atención médica, las finanzas, las corporaciones, los medios de comunicación, la educación, las fuerzas del orden y los tribunales, el ejército y el 90 por ciento de las iglesias y sinagogas. Todos han quedado bajo la influencia y el control de la agenda globalista.¹
Algunas personas pueden creer que todavía son relevantes e independientes, pero cuando llegue el momento, el escenario será otro. Al llegar a “ese punto”, la abrumadora mayoría de las iglesias capitularán ante la agenda globalista del Gran Reinicio, que tiene como objetivo digitalizar cada nación, cada institución importante dentro de las naciones y cada objeto. Vivos y no vivos. Controla la comida, el agua, la energía y el dinero y controlarás a la gente. De eso se trata realmente la Agenda 2030, el Desarrollo Sostenible y el Gran Reinicio.
Sin embargo, a pesar de alcanzar un nivel de control tan inmenso, sigue siendo importante que las elites globalistas deconstruyan y humillen total y públicamente a Estados Unidos, destruyan su clase media y la pongan de rodillas.
Y si, en este punto quizás te preguntes, ¿por qué están tan decididos a destruir si ya lo controlan todo?
La mayoría de la gente en todo el mundo todavía tiene la percepción de que Estados Unidos es un faro de libertad individual y prosperidad que vive bajo una república constitucional. Sin embargo, solo observe cómo las masas acuden a la frontera sur de Estados Unidos con la esperanza de que se les conceda asilo e iniciar una nueva vida bajo el ideal del “sueño americano”. Ésa es una idea que debe ser aplastada y expulsada de la mente de miles de millones de personas. Y para lograrlo, los globalistas deben destruir el mayor indicio de libertad individual: Estados Unidos.
La mayoría de los globalistas de nivel superior son luciferinos. Para ellos, el odio y la destrucción son algo natural. Sólo destruyendo el ideal estadounidense de una república constitucional (ya lo han destruido en la práctica) estarán en una posición en la que las masas rogarán por un nuevo sistema que afirme tener todas las soluciones a las crisis que azotan a la Tierra ( la mayoría de estas crisis, pero no todas, han sido fabricadas por las mismas élites que afirman tener la solución).
Entonces, en este punto… ¿necesitamos más señales?
Higher Ground Productions , una productora de Hollywood fundada en 2018 por Barack y Michelle Obama, estrenó el pasado viernes 8 de diciembre una nueva película de Netflix, llamada Dejar el mundo atrás, protagonizada por Julia Roberts y Ethan Hawke. Una película que nos dice mucho, y no esconde nada.
El Estados Unidos retratado en la película se encuentra terriblemente dividido por cuestiones políticas, religiosas, raciales y culturales, y pasa ahora en la trama a verse afectado de la nada por un gran ciberataque.
Una película con toneladas de simbolismo, incluidas tres tomas del número 6 en la escena inicial. No son mentiras, es lo que podemos ver.
A medida que la sociedad se desintegra, no hay ningún gobierno que la rescate. Cada uno está por su cuenta.
La trama general de la película parece moversobre sobre un odio visible hacia la humanidad. "Todos somos tan horribles", exclama el personaje de Julia Roberts.
Somos horribles el uno con el otro. Somos terribles para el planeta. ¿Quizás sea mejor si nos matamos todos unos a otros? un claro mensaje que busca filtrarse en la conciencia pública.
Y así en un momento, uno de los personajes principales revela una fórmula de tres etapas para conquistar una nación. ¿Qué están buscando decir?
La primera etapa es el “aislamiento”, que incluía un corte de energía y el fin de las comunicaciones celulares y de Internet. Incluso piratearon satélites, lo que impidía el funcionamiento de los teléfonos satelitales. Una vez dadas de baja las comunicaciones y fuentes de información, se inició la segunda etapa.
Ésta incluye un “caos sincronizado” donde el país es aterrorizado con “ataques encubiertos y desinformación”. Se lanzaron folletos desde drones que hicieron creer a la gente que el ciberataque fue obra de China, Irán o Corea del Norte, cuando hay una buena posibilidad de que en realidad haya sido causado por actores globalistas dentro de los EE. UU.
Suscrito
Y así al cumplirse la segunda etapa con éxito, sigue en su explicación el personaje, en corto se ejecutaría la tercera. “Un Golpe de Estado. Guerra civil. Colapso”, y agrega: “En este plan se consideró la forma más rentable de desestabilizar un país. Porque si la nación objetivo fuera lo suficientemente disfuncional, en esencia, haría el trabajo por usted. Quien empezó esto quiere que lo terminemos”.
Paul Craig Roberts, distinguido economista, periodista y académico, ve un paralelo entre el estado actual de Estados Unidos y el Imperio Romano. Los romanos tenían muchos enemigos extranjeros, pero lo que realmente los mató fueron los enemigos internos. Será lo mismo en Estados Unidos. Los lobos que controlan nuestra llamada “democracia” han estado trabajando para infiltrarse y destruirla durante décadas, por lo que cuando los lobos de China, Rusia y/o Irán vengan a visitarnos, descubrirán que la mayor parte del trabajo duro ya está hecho.
Extracto a continuación del artículo de Paul Craig Roberts
A menudo me he preguntado qué pensaban los ciudadanos romanos al ver cómo el Imperio Romano se desmoronaba cultural, política, moral y militarmente. Cicerón, cuestor, pretor y consejero de Roma, intentó salvar la República romana. Por sus esfuerzos fue perseguido y asesinado. Como Cicerón era quizás el romano más famoso, su asesinato detuvo los esfuerzos por evitar el descenso de Roma a la tiranía.
Lo mismo les sucede hoy a quienes intentan despertarnos ante nuestro peligro. Julian Assange, por ejemplo, ha estado encarcelado en contra de todas las leyes conocidas de Estados Unidos y el Reino Unido durante una década sin condena por simplemente cumplir con su deber como periodista e informar los crímenes de nuestros gobernantes, los crímenes de las alimañas corruptas que seguimos llevando al poder y que ejercen ese poder sobre nosotros. Nadie ha hecho nada al respecto, ni siquiera sus compañeros periodistas.
Cuando se castiga la verdad, un país muere.
Roma sobrevivió durante siglos después de que su esencia había desaparecido, porque sus enemigos eran débiles. Roma se destruyó a sí misma. Muchos romanos murieron en guerras civiles luchando entre sí y repeliendo las invasiones bárbaras, el poder militar romano terminó en la autodestrucción .
Los enemigos que Washington ha creado para Estados Unidos no son débiles. Rusia por sí sola, China por sí sola y tal vez incluso Irán por sí sola, son rivales o más para Estados Unidos. Los tres juntos constituyen una enorme superación de la capacidad militar estadounidense. Sin embargo, Washington continúa alimentando las hostilidades con estos países.
Una vez que las sanciones económicas del estúpido régimen de Biden y la pérdida de Estados Unidos del papel de moneda de reserva acaben con el dólar estadounidense, Estados Unidos estará acabado. Seremos un país del tercer mundo y el resto del mundo nos castigará por los pecados de nuestro gobierno.
Intenta decirle esto a un americano.
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Con información de Leo Mann
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