¡Adiós al pan! Cuba anuncia la reducción de la producción en varios territorios
Varios territorios del país experimentarán una reducción en la producción diaria de pan, lo que representa un impacto negativo para la población
Autoridades de la Isla recurrieron a viejos pretextos para justificar la distribución del pan normado que se entrega por la bodega: retrasos en la llegada de trigo al país debido a restricciones financieras y logísticas.
Zaily Pérez Hernández, directora comercial de la Empresa Cubana de Molinería, comunicó a la prensa oficialista en la sede del Ministerio de la Industria Alimentaria (Minal) que la producción de harina, y por ende, la del pan, se ha visto severamente impactada.
Según el “discurso político” de la administradora, la situación económico-financiera del país y el embargo impuesto por el gobierno estadounidense, ha afectado directamente la adquisición de trigo, materia prima fundamental para la elaboración de harina. Pérez Hernández destacó que todos los embarques de trigo contratados han sufrido atrasos significativos, lo que ha interrumpido la continuidad en la producción de harina.
Como consecuencia, varios territorios del país (que no fueron mencionados) experimentarán una reducción en la producción diaria de pan, lo que representa un impacto negativo para la población.
Por otro lado, Emerio González Lorenzo, presidente del Grupo Empresarial de la Industria Alimentaria (GEIA), señaló que de los cinco molinos presentes en la nación, solo el de Cienfuegos se encuentra operativo, con una capacidad máxima de 250 toneladas diarias de harina.
Esta limitada producción ha llevado a la creación de un Grupo Temporal de Trabajo, integrado por autoridades de Minal, GEIA, el Ministerio de Comercio Exterior y la Inversión Extranjera, entre otros, con el objetivo de contratar harina adicional.
Sin embargo, González Lorenzo aclara que aunque esto puede aumentar la disponibilidad, no resuelve la crisis del pan, ya que el consumo nacional de harina asciende a 20,000 toneladas mensuales, y los importadores solo aportan alrededor de 2,500 toneladas, es decir, menos del 13 porciento.
Para mitigar la situación, las autoridades que administran la producción aseguran que han garantizado el combustible necesario para transportar la harina disponible a todos los territorios e incorporando extensores a la harina de trigo como maíz, calabaza y yuca en hasta un 15%, para aumentar la producción.
Se espera que la situación comience a revertirse a finales de marzo con la llegada de dos barcos, uno cargado con harina y otro con trigo, lo que debería estabilizar la producción de pan tanto para la canasta familiar normada como para algunos consumos sociales. La Empresa Cubana del Pan, que trabaja en cooperación con nuevos actores económicos, verá su producción dependiente de la disponibilidad de estos recursos.
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