Fe y Ciencia, por María García de Fleury
María García de Fleury
La fe lleva a la verdad de manera espiritual, porque dice que Dios creó al universo, y la ciencia lleva a la verdad de modo natural, porque dice cómo se hizo el universo. Las ideologías del positivismo, cientificismo, el ateísmo, prácticamente consideran ciencia solamente lo relacionado con la química, la física, la biología o la matemática, sin darse cuenta de que para que llegaran a existir hubo antes que desarrollar la alquimia, la cosmografía y la historia natural.
Quienes sentaron las bases de lo que se conoce como revolución científica fueron Nicolás Copérnico, que era un sacerdote polaco de la iglesia católica, y Galileo Galilei, gran amigo del Papa y firme defensor del catolicismo. Los protestantes Kepler y Newton asumieron los postulados de Copérnico y Galileo para hacer progresar la física.Las bases para que la revolución científica tuviera lugar, por ejemplo, las asentaron expertos alquimistas como el sacerdote padre Álvaro Alonso Barba, cuyos tratados sobre metalurgia eran libros de cabecera para Isaac Newton o, en historia natural, el padre jesuita José de Acosta, precursor de la evolución y los botánicos.
Luis Pasteur, el pionero de la microbiología moderna, desarrolló la vacuna contra la rabia, era católico. George Mendel era un sacerdote católico, considerado como el padre de la genética. Nikola Tesla, el inventor del uso actual de la energía eléctrica por corriente alterna, era cristiano ortodoxo. Alexander Fleming, católico, premio Nobel de Medicina en 1947-45 por descubrir la penicilina. Max Planck, protestante, premio Nobel de Física en 1918 por la creación de la mecánica cuántica. Giuseppe Moscati, médico y científico italiano católico. Pierre Teilhard de Chardin, sacerdote jesuita, presentó una teoría sobre la evolución acuñando conceptos sobre la noósfera y el punto omega.
El célebre Albert Einstein decía, el hombre encuentra a Dios en cada puerta que la ciencia abre. Marconi, el gran descubridor del radio, era un gran católico y por eso su invento se lo llevó de primero al Papa y la primera transmisión por radio la hizo el papa Pio XI en latín. El doctor Werner Heisenberg, físico alemán, protestante, premio Nobel de Física en 1932. El gran médico católico y hoy viato, doctor José Gregorio Hernández. John Ambrose Fleming, cristiano, protestante, uno de los precursores de la electrónica. El doctor Francis Collins liderizó el proyecto Genoma Humana y se convirtió al cristianismo y escribió un libro llamado El Lenguaje de Dios. Señaló que el descubrimiento del genoma humano le permitió vislumbrar el trabajo de Dios.
Amigos, pensar que la ciencia y la fe son enemigos se debe a un discurso ideológico sin base científica cuyos propagadores fundamentales son las autodenominadas ideologías progresistas. La historia de la ciencia no deja lugar a dudas de que la iglesia católica y la matriz cultural cristiana son las que han producido el surgimiento y el desarrollo científico de Occidente y de todo el mundo.
Para dolor de los progresistas y materialistas, la revolución científica la sacamos adelante los cristianos. Ellos ni estaban allí ni se las esperaban. Cada vez son más los científicos que al encontrar la ciencia en profundidad se hacen personas religiosas. La ciencia no le hace perder la fe a nadie porque la ciencia descubre lo que Dios ha creado. Y con Dios ¡siempre ganamos!
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