Invasión silenciosa: aumenta más de 1000% la llegada irregular de chinos a EEUU
Un total de 24314 ciudadanos chinos cruzaron por la frontera sur entre octubre de 2022 y septiembre de 2023, según cifras oficiales. El aumento es evidente frente a los 2176 cruces del periodo anterior. Esas personas pagan unos 14.000 dólares para cruzar alrededor de 10 países
Cada vez es mayor la cantidad de ciudadanos chinos que prefieren cruzar alrededor de 10 países para escapar de las garras del comunismo de Xi Jinping. Su destino es Estados Unidos y su objetivo es conseguir la libertad que les niegan en el lugar donde nacieron. Son más de 11000 kilómetros que atraviesan por aire y por tierra, luego de ver videos de TikTok con instrucciones paso a paso y de pagar en total 14000 dólares, según algunos testimonios.
La huida se volvió más evidente ya que 24314 ciudadanos chinos llegaron a la frontera sur de Estados Unidos entre octubre de 2022 y septiembre de 2023. Eso se traduce en un aumento de casi 1020 %, si se compara con los 2176 cruces que identificó la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por sus siglas en inglés) en el período anterior. Además, la idea de huir a EE. UU. se vuelve más tentadora, ya que las deportaciones rara vez se llevan acabo.
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El tema no es menos importante considerando la grave crisis fronteriza que padece el gobierno demócrata de Joe Biden. Aunque en las primeras nacionalidades en cruzar irregularmente corresponden a venezolanos, haitianos o nicaragüenses, la presencia de chinos se vuelve cada vez más común. Esa búsqueda por libertad genera problemas tanto en el propio suelo chino, como en EE. UU., donde se libre una batalla campal entre Texas y Washington por la saturación de recursos y funcionarios policiales.
“El grupo de más rápido crecimiento”
La Patrulla Fronteriza no tiene autoridad de expulsar a los migrantes que pisan EE. UU. por fuera de la ley, pero sí los pueden retener para que procesen administrativamente sus solicitudes de asilo. Ahí es donde comienza un entramado legal que si termina en deportación, es posible que no se efectúe porque China no siempre está dispuesta de repatriar ciudadanos, a veces considerados traidores. Y desde Washington no pueden obligar a Pekín a hacerlo, tal como retrató The New York Times.
En general, el tema de la crisis fronteriza se vuelve cada vez más denso. Ni siquiera los 37500 inmigrantes que Texas envió en autobuses hasta New York desde agosto de 2022 al 26 de enero de 2024 funciona para apaciguar la emergencia. No hay suficientes refugios y la aplicación CBP One que lanzó la Administración Biden parece dar más problemas que soluciones.
Por ahora, tanto la cadena progresista CNN como la cadena CBS lo reconocen: las personas nacidas en China están en camino de ser “el grupo de más rápido crecimiento en esos cruces”. En paralelo, en redes sociales hablan de un “ataque coordinado” desde Pekín para atacar la seguridad y soberanía de EE. UU.
Malas noticias para Xi Jinping
No hace falta hurgar demasiado para confirmar las reglas que deben obedecer los ciudadanos chinos en su país. No tienen acceso libre a internet por el famoso “Gran Cortafuegos”, no pueden practicar abiertamente sus religiones y como regla general, deben aplicar el “pensamiento de Xi” plasmado en la Constitución.
Los jóvenes, molestos, prefieren el éxodo por el adoctrinamiento en las universidades y hasta los ricos comienzan a expatriar sus fortunas como se ha documentado. Un documental de 60 Minutes muestra irónicamente cómo muchos chinos que llegan por tierra a EE. UU. son profesionales o de clase media.
A mediano plazo, eso será la daga que probablemente dañe el corazón del comunismo chino. La población del gigante asiático cayó por segundo año consecutivo, según la la Oficina Nacional de Estadística, y eso terminará afectando la mano de obra joven.
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