MITIN EN CAROLINA DEL SUR
Trump "animaría" a Putin a atacar a socios de la OTAN y hace saltar las alarmas en Europa
El candidato republicano asegura que Rusia puede hacer lo que quiera con los socios de la OTAN que pagan supuestamente poco y obliga al secretario general de la Alianza a reaccionar
Hace semanas que en la sede de la Alianza Atlántica se habla sobre la sombra de una nueva Administración Trump en Estados Unidos. Lo admiten fuentes diplomáticas, que hace pocos días explicaban que, en todo caso, no están seguros de qué tipo de Donald Trump se van a encontrar. El expresidente, que aspira a ser el candidato republicano en las elecciones presidenciales de noviembre, ha despejado dudas este sábado, cuando durante un mitin en Carolina del Sur aseguró que "animaría" a Rusia a "hacer lo que les dé la gana" con países de la OTAN que no cumplan con sus compromisos en gasto en defensa.
Hablando de un encuentro con otros líderes europeos, Trump aseguró que "uno de los presidentes de un gran país se levantó y dijo: 'Bueno, señor, si no pagamos y Rusia nos ataca, ¿nos protegerá?". "No, no les protegería, de hecho animaría [a Rusia] a hacer lo que les dé la gana. Deben pagar sus deudas", explicó el expresidente, entre aplausos de sus simpatizantes. Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, ha respondido este domingo a las palabras de Trump con un comunicado en el que asegura que "cualquier sugerencia de que los aliados no se defenderán mutuamente socava toda nuestra seguridad, incluida la de EEUU, y pone en mayor riesgo a los soldados estadounidenses y europeos":
Las palabras de Trump se suman a un largo historial de amenazas del entonces presidente de Estados Unidos de no cumplir con uno de los principios básicos de la OTAN, que es la cláusula de defensa mutua recogida en el artículo 5 del Tratado de Washington. Muchos aliados consideran que las acusaciones de Trump de invertir poco en defensa son infundadas, y que la contribución de los aliados no se pueden medir únicamente en inversión militar, sino que deben tenerse en cuenta otros factores, como la participación en misiones.
"Espero que, independientemente de quién gane las elecciones presidenciales, EEUU siga siendo un aliado fuerte y comprometido de la OTAN", ha señalado Stoltenberg en su comunicado, pocos días después de viajar a Washington con una doble misión: animar al Congreso a sacar adelante el paquete de ayuda financiera a Ucrania que los republicanos están bloqueando, e intentar asegurar apoyo dentro de los republicanos a la Alianza Atlántica. Trump, que es visto como el indiscutible favorito para enfrentarse al presidente Joe Biden en noviembre, saca once puntos de ventaja al actual inquilino de la Casa Blanca.
Trump vuelve a coquetear, como hizo siempre, con la idea de abandonar la Alianza Atlántica, pero al mismo tiempo defiende que la OTAN solamente volvió a empezar a funcionar cuando él llegó a la Casa Blanca. Y es cierto que las amenazas del antiguo inquilino de la Casa Blanca, ayudado por las alarmas que provocó la invasión rusa del este de Ucrania en 2014, hicieron que se revirtiera la tendencia de una caída en la inversión en defensa en Europa. Sus amenazas y señalamientos, que desequilibraron la Alianza y la hicieron más inestable e impredecible, hicieron también que muchos socios volvieran a tomarse en serio el compromiso de Gales, es decir, invertir al menos un 2% de su PIB en Defensa. España tiene previsto cumplir con él en 2029, aunque Madrid defiende que cumple plenamente con su compromiso con la OTAN dada su alta implicación en misiones en el flanco este de la Alianza.
"Alentar invasiones de nuestros más cercanos aliados por parte de regímenes asesinos es espantoso y desquiciado", señaló el sábado por la noche la Casa Blanca a través de un portavoz. En Europa, donde hace semanas que tanto en la OTAN como en la Unión Europea se empieza a hablar de prepararse para una segunda presidencia Trump, sus palabras han confirmado los temores de muchos. "Socavar la credibilidad de los países aliados significa debilitar a toda la Organización del Tratado del Atlántico Norte. Ninguna campaña electoral es excusa para jugar con la seguridad de la Alianza", ha escrito Władysław Kosiniak-Kamysz, primer ministro adjunto y ministro de Defensa de Polonia, uno de los aliados más estrechos de Estados Unidos en Europa.
Nadie, ni en la OTAN ni en la UE, sabe si Trump va a ser más difícil o más fácil de manejar
La situación es delicada para muchos socios europeos. La experiencia de la anterior presidencia Trump muestra que la mejor manera de lidiar con él es siendo paciente e intentando encauzarlo hacia posiciones asumibles para el resto de aliados. Morderte la lengua, aguantar el mal trago y, una vez que él se iba, intentar tratar con las personas razonables de su Administración. Nadie, ni en la OTAN ni en la UE, sabe si Trump va a ser más difícil o más fácil de manejar en esta ocasión.
Pero la idea de tener que estar ya gestionando enfrentamientos meses antes de que pueda volver a la Casa Blanca genera hastío y preocupación en Bruselas, Berlín y París, y alimenta la idea en la capital comunitaria, especialmente impulsada por los franceses, de la urgencia de avanzar en la idea de la "Europa de la defensa". "Las declaraciones imprudentes sobre la seguridad de la OTAN y la solidaridad del artículo 5 solo sirven a los intereses de Putin. No traen más seguridad ni paz al mundo. Por el contrario, vuelven a enfatizar la necesidad de que la UE desarrolle urgentemente su autonomía estratégica e invierta en su defensa. Y para mantener nuestra Alianza fuerte", ha escrito Charles Michel, presidente del Consejo Europeo.
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