Miércoles de Ceniza y Cuaresma
Por: María García de Fleury
La cuaresma empieza con el miércoles de ceniza. En la tradición de la biblia la ceniza hacía referencia a un sentimiento de humildad, particularmente delante de Dios; cubrir la cabeza con ceniza es un signo externo de la actitud y los sentimientos de quién estaba reconociendo que era indigno delante de Dios y manifestaban su arrepentimiento, mostrado el reconocimiento del propio pecado, el deseo de penitencia que en muchas ocasiones también estaba relacionado con el dolor y el luto.
Hay muchas diferencias en la Biblia sobre las cenizas, por ejemplo, en el capítulo 3 del Génesis, versículo 19, Dios le dice a Adán «Con el sudor de tu frente comerás tú pan hasta que vuelvas a la tierra, puesto de que ella fuiste sacado, sabrás que eres polvo y al polvo volverás».
Amigos, la ceniza es un símbolo de mortalidad después de la desobediencia de Eva y Alan y nos convertimos en mortales, regresamos al polvo de donde fuimos creados.
Para iniciar la preparación de la Cuaresma, la Iglesia invita a colocarnos ceniza en la frente para recordarnos que somos mortales, por eso el sacerdote al colocarla dice: «Polvo eres y en polvo te convertirás», o la otra formula que dice: «Conviértete y cree en el evangelio». La duración de la cuaresma está basada en el símbolo del número 40 en la Biblia, donde se habla de 40 días del diluvio, 40 días de la marcha del pueblo judío por el desierto, 40 días de Moisés y de Elías en la montaña, 40 días que pasó Jesús en el desierto antes de comenzar su vida pública, de los 400 años que duró la estancia de los judíos en Egipto.
En la Biblia el número 4 simboliza el universo material, seguido de ceros significa el tiempo de nuestra vida en la Tierra, seguido de pruebas y dificultades.
La practica de la Cuaresma data del siglo IV, los evangelios hablan de un tiempo de soledad de Jesús en el desierto inmediatamente después de su bautismo por Juan y dice que fue impulsado por el Espíritu hacia el desierto y Jesús permaneció allí sin comer durante 40 días, vivía entre los animales y los ángeles le servían. Al final de ese tiempo, Satanás los tentó tres veces tratando de poner a prueba su actitud hacia Dios. Esas tres tentaciones recapitulan las tentaciones de Adán en el paraíso y las de Israel en el desierto y Jesús las rechazó, por eso el diablo se alejó de él hasta lo que llaman el tiempo determinado.
Durante la cuaresma, el miércoles de ceniza misa y el Viernes Santo son días de ayuno y abstinencia. El ayuno aplica para las personas desde los 18 años de edad hasta los 59, el caso de la abstinencia se refiere a no comer carne todos los viernes y es obligatorio a partir de los 14. Cuaresma es tiempo de pedir perdón a Dios y a nuestro prójimo, pero es también un tiempo de perdonar a todos lo que de alguna forma nos han ofendido o nos han hecho algún daño. Debemos perdonar antes y sin necesidad de que nadie nos pida perdón, reconozcamos y recordemos que en el Padrenuestro decimos que debemos pedir perdón a nuestro Padre pero antes tenemos que haber perdonado sinceramente a los demás. «Perdona nuestras deudas como nosotros perdonamos a los demás».
Las cenizas no son un rito mágico, no es un rito de protección especial, simboliza el pecado, la fragilidad humana y nuestra necesidad de acercarnos cada vez más a Dios, conscientes de que con Dios ¡siempre ganamos!
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