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Destacado Suscriptor, Hoy llegamos un poco más tarde de la hora habitual pero con toda la disposición de explorar un tema diferente, o quizás más bien, uno no tan abordado como se debería. ¿Es acaso el miedo la motivación del comportamiento del que cada vez más hacen gala los izquierdistas? Desde la percepción de amenazas existenciales hasta la búsqueda de espacios seguros, pasando por la lucha contra las adversidades, analizaremos cómo el miedo influye en las acciones y creencias de este grupo. Descubriremos cómo la reacción de huida o lucha se manifiesta en diferentes aspectos de la vida, y reflexionaremos sobre las distintas perspectivas de conservadores y liberales frente a las amenazas. Este apasionante tema nos invita a cuestionar nuestras propias percepciones y actitudes hacia el miedo y la seguridad. ¡No se pierdan este análisis profundo que desafiará nuestras ideas preconcebidas! Recuerda que traemos para ti al final del boletín una fina selección de noticias . ¡Mantente siempre bien informado y disfruta de tu fin de semana! El miedo es un gran motivador. El comportamiento de los izquierdistas indica que, en gran medida, están motivados por la amenaza personal a su bienestar. Visualizan un constructo social de amenazadores (los opresores) y amenazados (los oprimidos).¹ Los izquierdistas están preocupados por las amenazas. Abundan las amenazas existenciales. El calentamiento global destruirá el planeta. La respuesta al Covid debe incluir confinamientos, cierre de escuelas, uso de mascarillas y triple vacunación. La desinformación, la supresión de votantes y los "extremistas de derecha" constituyen una amenaza para la democracia o una crisis constitucional. Los padres que se oponen a la teoría queer en las escuelas son terroristas domésticos. La vida en el campus alberga una cultura de violación. Los desencadenantes, las microagresiones y el discurso de odio incitan temores al rechazo, la ansiedad y la depresión en los jóvenes adoctrinados. Las mujeres morirán si se anula Roe. Trump resucitará la era de Jim Crow. Los medios de comunicación amplifican estas amenazas en un bucle. El miedo provoca una reacción de huida o lucha. Se buscan espacios seguros. Atraídos por la diversidad étnica de las grandes ciudades, los izquierdistas urbanos, no obstante, se refugian en rascacielos con cámaras de seguridad, guardias y ascensores seguros. Optan por no pasear por los barrios marginales para charlar con la gente en sus escalones. Evitan el glutamato monosódico, la lactosa y los alimentos transgénicos. Jóvenes urbanitas blancos y acomodados (¿izquierdistas?) huyeron al campo... pero no muy lejos de un Whole Foods. El miedo es un gran motivador y la izquierda lo sabe (Publicar esta frase en X) Si la huida no es una opción, luchan cancelando discursos que los amenazan. Despiden a quienes no cumplen con las iniciativas de equidad, diversidad e inclusión (DIE). Manipulan el pensamiento a través del manejo de palabras. El género y la raza son constructos sociales. Incitan disturbios para promover su agenda. La reacción de huida o lucha se manifiesta incluso como reacción a los resultados de sus propias políticas. Si los parques eólicos, esenciales para los objetivos de energía renovable, amenazan su vecindario, luchen contra ellos. Si los inmigrantes en busca de amnistía aparecen en su puerta, mándelos por su camino. Si las cosas se ponen difíciles en su utopía urbana dirigida por demócratas, váyanse a un estado rojo. Por supuesto, todos quieren sentirse seguros; la cuestión es cómo se enfrenta a la amenaza. Los conservadores sienten que las amenazas siempre existirán y se enfrentan mejor adaptando su comportamiento individual. ¿Amenazado por la violencia armada? Posea un arma para protegerse. Los liberales sienten que las amenazas deben ser eliminadas a través del cambio social moldeando el comportamiento de todos los demás. ¿Amenazado por la violencia armada? Quite las armas a todos. Si bien la reacción de huida o lucha puede proporcionar refugio temporal ante circunstancias amenazadoras, la seguridad sostenida solo puede lograrse mediante el control del entorno social y cultural. Esto se logra mejor a través del poder del estado. En el centro de la ideología progresista izquierdista está el concepto de que el éxito personal, las libertades y la seguridad dependen de que la sociedad se asegure. "Si tienes un negocio, no lo construiste tú". Esta sociedad se logra mejor a través de la creación de un apoyo integral por parte del estado, desde la cuna hasta la tumba. "La vida de Julia" de Obama. Que el estado pueda moldear y dirigir en última instancia la cultura se basa en la creencia de que el comportamiento está influenciado principalmente o incluso exclusivamente por la exposición ambiental y no por factores genéticos o por alguna "naturaleza humana". Según el izquierdismo, en el nacimiento, la mente es una "tabula rasa" o pizarra en blanco; las reacciones conductuales pueden moldearse simplemente moldeando el entorno. Un estado demócrata progresista puede manipular el entorno social y, por lo tanto, el comportamiento, mediante la imposición de políticas, regulaciones y leyes, neutralizando las amenazas ambientales. Esto no se puede lograr de la noche a la mañana. Las amenazas existentes solo pueden ser suprimidas a través de políticas provisionales como la cultura de cancelación, DIE y la politización de la burocracia federal. La clave está en la indoctrinación juvenil. La estructura social resultante, libre de comportamientos opresivos y amenazantes, proporcionará a los izquierdistas el refugio seguro que buscan. El objetivo manifiesto de los activistas izquierdistas es lograr justicia social para los oprimidos. Su objetivo encubierto es crear un entorno libre de amenazas para ellos mismos.
Cuando la bellota cayó en la cabeza de Chicken Little, el corrió histéricamente por el corral gritando: "¡El cielo se está cayendo!", lo que provocó pánico y caos en los animales residentes. El astuto zorro —un oportunista que no dejaría pasar una crisis desaprovechada— aprovechó el momento para persuadir a los amenazados para que entraran en su guarida en busca de seguridad, donde procedió a comérselos. Chicken Little representa a los alarmistas y activistas izquierdistas actuales; el zorro representa a los insurgentes marxistas culturales, los poderosos izquierdistas que ofrecen su protección, consuelo y seguridad del entorno cultural amenazador existente. Y cuando se calme el polvo, los animales engañados permanecerán desanimados en su búsqueda esquiva de seguridad bajo la subyugación de sus astutos salvadores Selección del editor
1 Con información por J.A. Frascino |
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