Informe de Inteligencia de EE.UU. señala con preocupación a Cuba
El documento destaca cómo la represión política y la escasez de oportunidades económicas continúan siendo los principales motores de la migración desde Cuba.
MIAMI, Estados Unidos. – El informe anual “Evaluación de Amenazas de la Comunidad de Inteligencia de Estados Unidos”, revelado recientemente, pone especial atención en la situación de Cuba.
El documento destaca cómo la represión política y la escasez de oportunidades económicas continúan siendo los principales motores de la migración desde Cuba, junto con Venezuela y Nicaragua. El informe prevé que estos regímenes “seguirán culpando a las sanciones y políticas de Estados Unidos por la emigración irregular desde sus países”.
Además, el informe aborda la creciente influencia militar de China a nivel mundial, señalando el interés del gigante asiático en establecer instalaciones militares en el extranjero, incluyendo Cuba, como parte de su estrategia para proyectar poder y proteger sus intereses fuera de sus fronteras.
“Beijing, según se informa, está considerando buscar instalaciones militares en múltiples ubicaciones, incluyendo pero no limitado a Birmania, Cuba, Guinea Ecuatorial, Pakistán, Seychelles, Sri Lanka, Tayikistán, Tanzania y los Emiratos Árabes Unidos”, sostiene el documento.
En junio de 2023 trascendió que China habría actualizado, en 2019, sus instalaciones de recolección de inteligencia en Cuba, lo que fue descrito por el secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, como parte de una estrategia global de Beijing para expandir su presencia en el extranjero.
El régimen cubano refutó estas acusaciones, las cuales calificó de “falsas” e “invención” de Estados Unidos para justificar su embargo económico contra la Isla.
Otro aspecto relevante mencionado en el informe se refiere a los incidentes anómalos de salud reportados inicialmente en Cuba entre 2016 y 2018, conocidos también como los “incidentes de La Habana” (también como “ataques sónicos de La Habana”). La comunidad de Inteligencia estadounidense ha concluido que “es muy poco probable que un adversario extranjero sea responsable de los incidentes anómalos de salud reportados”.
A pesar de las hipótesis iniciales, los análisis médicos y técnicos no han confirmado ninguna causa específica de los daños a la salud del personal estadounidense
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