Manuel Rocha, exdiplomático de EE.UU., admite haber sido agente secreto de Cuba
Su declaratoria de culpabilidad se produjo pocas horas después de que la viuda del destacado disidente cubano Oswaldo Payá presentara una demanda por homicidio culposo contra el exdiplomático.
SAN LUIS POTOSÍ, México.- Manuel Rocha, exdiplomático retirado de Estados Unidos, dijo este jueves que se declarará culpable por servir como agente secreto para Cuba desde hace décadas, sellando así un caso que los fiscales describieron como una de las más grandes traiciones en la historia del servicio exterior estadounidense.
Rocha, de 73 años, dijo a un juez federal que se declararía culpable de dos cargos federales de conspiración para actuar como agente de un gobierno extranjero, que conllevan una pena máxima de entre cinco y 10 años de prisión cada uno. A cambio, la fiscalía aceptó retirar otros 13 cargos por delitos como fraude electrónico y declaraciones falsas, informó The Associated Press.
Su abogado dijo que los fiscales habían acordado una sentencia, pero no se dio a conocer en el tribunal. Se espera que Rocha vuelva a comparecer ante el tribunal el 12 de abril.
“Estoy de acuerdo”, dijo Rocha, con grilletes en las manos y los tobillos, cuando la juez Beth Bloom le preguntó si deseaba cambiar su declaración a culpable, según reseñó AP.
Su declaratoria de culpabilidad se produjo pocas horas después de que la viuda del destacado disidente cubano Oswaldo Payá, muerto en un misterioso accidente de auto, presentara una demanda por homicidio culposo contra el exdiplomático. La demanda acusa a Rocha de compartir información que animó a los líderes comunistas cubanos a asesinar a un importante opositor.
El caso Rocha
Los fiscales alegaron en diciembre que el exembajador, antiguo empleado del Departamento de Estado que formó parte del Consejo de Seguridad Nacional y fue diplomático estadounidense en Bolivia de 2000 a 2002, espió a Estados Unidos durante más de 40 años como agente de Cuba.
Las “actividades clandestinas” en favor de Cuba datan al menos desde 1981, cuando ingresó en el servicio exterior de EE.UU., según la información compartida por las autoridades de ese país.
Entre otras, se habría reunido con agentes de la inteligencia cubana y facilitado información falsa a funcionarios del gobierno de EE.UU. sobre sus contactos.
Las autoridades federales han dicho poco sobre lo que Rocha hizo exactamente para ayudar a Cuba mientras trabajaba en el Departamento de Estado durante dos décadas en puestos en Argentina, Bolivia, México y la Sección de Intereses de EE.UU. en La Habana.
A ello siguió una lucrativa carrera postgubernamental que incluyó un período como asesor especial del comandante del Mando Sur de Estados Unidos.
El caso se basa en gran medida en lo que, según los fiscales, fueron las propias confesiones de Rocha, hechas el año pasado a un agente encubierto del FBI que se hacía pasar por un agente de la inteligencia cubana llamado “Miguel”.
En esas grabaciones, Rocha elogiaba al dictador Fidel Castro, tildaba de “enemigo” Estados Unidos y se ufanaba de sus servicios durante más de 40 años como topo cubano en el corazón de los círculos de política exterior de Estados Unidos.
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