¿Qué significa ser hijo de Dios?, por María García de Fleury
María García de Fleury
Cuando alguien te dice que eres hijo de Dios, ¿qué significa eso para ti? ¿Lo aceptas? ¿Quién es ese Dios a quien llamamos padre? Hay quienes ven a Dios como un anciano que está allá afuera y a quien hay que tenerle miedo. Hoy la palabra padre está muy manipulada.
Se está manipulando el significado de la palabra padre de forma que no la entendamos. ¿Y cómo entender que Dios es amor sin saber quién es? ¿Cómo entender el amor de Dios sin entender al padre? ¿Cómo pretender vivir en un mundo mejor si desconocemos las cosas esenciales?
La solución para el mundo es el cambio, pero no el cambio del mundo, porque el mundo ha llegado a un punto que no puede cambiar. Se ha alejado tanto, tanto de la luz de Dios y ha cometido actos tan abominables que ya ha firmado su destino. Sin embargo, hay una respuesta, y esa respuesta eres tú y soy yo. Tú puedes cambiar, yo puedo cambiar. Sólo tú eres el responsable de tu propia vida, yo soy responsable de mi vida.
Tú y yo somos quienes tenemos que darle una respuesta a Dios. Tú eres quien debe hacerlo, yo también. Tú eres quien tienes que cambiar, yo tengo que cambiar. Y ese cambio comienza con dos palabras, buscar a Dios. Tienes una sola llave para abrir la puerta del corazón de Dios, y esa llave es el deseo de buscarlo. Puedo tenerle miedo a muchas cosas, puedo estar confundido respecto a tantas cosas. Y en lo que concierne a Dios, todos estamos confundidos respecto a él. Lo más importante es que tengas el deseo de conocerlo, desear conocer a Dios. Lo único que Dios está esperando es esas dos palabras que pasen de tu mente a tu corazón. Deseo conocer a Dios. Dios sabe que tú no eres capaz de hacer ese salto cuántico para entenderlo. Él sólo está esperando que tú le digas, quiero conocerte.
Entonces algo increíble sucede. Se te da un don gratuito, es el Espíritu Santo. Él abre esta puerta y dice claramente, hay condiciones y reglas si quieres reconocer a Dios desde tu corazón. Si quieres establecer ese ser hijo de Dios como tu padre, tienes que entablar un diálogo con Dios. Ese diálogo es la oración desde el corazón. Conversa con Dios de lo que te gusta, de lo que te preocupa, lo que sueñas, lo que deseas. Hazle preguntas y así empiezas el camino a tu relación con Dios.
Si te tomas el tiempo cada día para conversar con Él, te darás cuenta de que eso es lo más importante que podrás hacer en tu vida. Hacer tiempo para Dios cada día y día a día para tener esa relación con tu padre hablando con Dios desde la profundidad del corazón.
Lo que más ama a tu padre es escucharte como un hijo a su padre. Al hacerlo día a día, de repente te darás cuenta de que esa relación está ahí. Y te das cuenta en tu corazón que Dios existe y te ama. En ese momento todo cambia.
¿Cómo puede haber miedo cuando sabes que Dios está contigo? ¿Cómo podrá cualquier cosa de este mundo sobrepasarte cuando Dios está caminando contigo? Y en ese momento te das cuenta de que Dios está contigo y que tu vida cambia. ¿Por qué? Porque con Dios ¡siempre ganamos!
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