Detenciones en Venezuela
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En los primeros diez días de la campaña electoral, iniciada el 4 de julio y prevista a concluir el 25 de julio, tres días antes de la votación, el gobierno ha doblado su apuesta represiva: 71 detenciones en 10 estados del país, más de la mitad de los casos (38) se produjeron en el estado fronterizo de Táchira. La noticia ocupó ayer las cabeceras de los portales informativos que siguen, valga la redundancia, informando.

En octubre del año pasado, el gobierno de Nicolás Maduro se comprometió con la Plataforma Unitaria a “fortalecer una cultura de tolerancia y convivencia política”,

que se materializaría en la realización de los procesos electorales consagrados en la Constitución “con todas las garantías” y, a la vez, se rechazaba toda forma de violencia política contra “Venezuela, su Estado y sus instituciones”: no contra sus gentes. Los entrecomillados son expresiones del célebre y archivado Acuerdo de Barbados.

Después de 25 años de alharaca, al gobierno de Maduro, continuidad decadente del “proceso bolivariano”, hay que entenderlo al revés de lo que dice: si habla de tolerancia y convivencia, es una señal para adoptar precauciones; si a lo consagrado en la Constitución se le agrega la coletilla innecesaria “con todas las garantías”, se sabrá sin duda que no hay ninguna; la violencia que el oficialismo condenaba era la que pudiera ejercerse contra ellos (obviamente rechazable por un demócrata cabal) pero no la que ellos, que tienen la fuerza y las ganas, pudieran ejercer y ejercen contra los venezolanos

Los 71 detenidos (66 hombres y 5 mujeres) son opositores, que ayudaron en la organización de alguna actividad electoral, aportaron quizás un equipo para un acto de la campaña o se atrevieron a recibir y alojar en su vivienda a María Corina Machado o a Edmundo González Urrutia. A ambos a la vez, ya sería una causal de traición a la patria, la acusación favorita de los fiscales del Ministerio Público. En verdad, misterio público.

La página de la organización no gubernamental Espacio Público da cuenta de algunos episodios: al señor Armando Pinto lo detuvieron el 6 de julio funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana después de que prestó su vehículo con sonido para una actividad en favor de Edmundo González en un municipio del estado Miranda. Rafael Marín, dirigente de La Causa R, fue arrestado porque el camión de sonido de su propiedad fue utilizado en un acto electoral opositor, también en el estado Miranda. El 11 de julio, diligentes funcionarios de la PNB allanaron una casa en Palmira, estado Táchira, en la que Machado se había alojado como parte de sus recorridos por el país.

Hay, por supuesto, más historias, varias relativas al bloqueo de medios digitales: medio centenar de portales no pueden ser consultados en el país sin disponer de una red privada virtual (VPN), como es el caso de El Nacional. Informar es un verbo prohibido en la “revolución”.

Desde el sur del país, en un acto en el estado Bolívar, Nicolás Maduro denunció, sin embargo, planes de la oposición para subvertir el orden y llenar las calles de violencia. “Están buscando una hecatombe, una tragedia, algo fuerte que cambie el curso de lo que va a ocurrir en Venezuela el 28 de julio”, dijo, y afirmó que solo él garantizaba la paz.  Habrá que entenderlo al revés y confiar que con los votos llegue la razón.