Discoteca Havana Club: De epicentro del baile a vertedero
La discoteca Havana Club, uno de los lugares más concurridos en la década del 90 y uno de los epicentros de la música "dance" en La Habana, hoy está completamente destruida.
SAN LUIS POTOSÍ, México.- La una vez muy concurrida discoteca del hotel Comodoro, en el municipio habanero de Playa, se ha convertido en un vertedero y permanece en total abandono de su infraestructura.
La discoteca Havana Club, sita en el hotel Comodoro, uno de los lugares más visitados en la década del 90 y uno de los epicentros de la música “dance” en La Habana, hoy está completamente destruida.
Las paredes derruidas, el piso sin sus baldosas de mármol y las ventanas inexistentes son el panorama que ahora ofrece el otrora popular centro.
La Havana Club fue considerada en la década del 90 como la mejor discoteca de La Habana.
El sitio fue cerrado en 1998 cuando el gobierno trató de ponerle coto a la corrupción, el consumo y expendio de drogas y la prostitución que habían ido permeando La Habana nocturna. Durante la llamada “Operación Lacra”, las discotecas fueron cerradas, cientos de prostitutas y proxenetas detenidos, desarticuladas casas de citas y ocupada cierta cantidad de estupefacientes.
A pesar de que reabrió a mediados de 2000, a inicios del siguiente año cerró de manera definitiva. Posteriormente, en 2018 el Gobierno anunció la rehabilitación del espacio pero el plan nunca se concretó.
La Havana Club tenía una capacidad para 800 personas y contaba con tres barras de coctelería: la central, el snack bar y la barra del bar Cascada.
Esta instalación icónica de la vida nocturna habanera ha pasado a ser parte del recuerdo de los cubanos que una vez la visitaron. Situada junto al mar, ahora está a merced del salitre, los animales y las personas que depositan allí su basura.
Igualmente abadonado está el venerable Club Náutico de La Habana (Havana Yacht Club), fundado un 27 de octubre de 1886, y el primero entre los grandes clubes privados que existieron en la capital cubana.
Sin embargo, lo que fuera un centro majestuoso, con lujosa vajilla y muebles importados de Europa, cayó en declive con el triunfo de 1959.
Sus miembros, de la élite habanera, debieron abandonar el país y el club se transformó en el Círculo Social Obrero “Julio Antonio Mella”.
Con sus estructuras colapsadas, paredes grafiteadas y basura por doquier, el centro agoniza. Del esplendor de sus primeros años solo queda una infraestructura que amenaza con desaparecer por el abadonodo en que lo mantiene el régimen cubano.
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