Buenos días, pitaceros. El anuncio del presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Elvis Amoroso, de revocar la invitación a la Unión Europea (UE) para observar las elecciones del 28 de julio establece un preocupante precedente. La participación de observadores internacionales es fundamental para garantizar la transparencia y la confianza en el proceso electoral. Ergo, la falta de observación independiente socava la legitimidad y confianza en los resultados. La UE había suspendido temporalmente sanciones personales, pero ahora enfrenta un rechazo categórico. De esta forma el chavismo, incluidos sus representantes en el CNE, empieza a cerrar la puerta al escrutinio internacional, que nunca terminó de reabrir del todo.
¿Será solo el inicio? |
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