Carlo Acutis, cibernauta a los altares, por María García de Fleury
800 Noticias/Agencias
El 10 de octubre del 2020 un jovencito de 15 años captaba la atención del mundo entero reventaba como la noticia más difundida en las redes sociales, no solo por su buena presencia física y su sonrisa, sino por ser tan joven y ser declarado beato dentro de la iglesia católica, es el paso antes de ser Santo.
El papa Francisco lo mencionó en la exhortación apostólica Cristo vivis, como ejemplo de vida para los jóvenes en especial para la presencia y misión de los jóvenes en las redes sociales.
Carlo Nació en Londres, Reino Unido, el 3 de mayo de 1991, su papá y mamá eran italiano y estaban allí por motivos de trabajo pero ese mismo año se regresaron a Italia y vivían en la ciudad de Milán.
Carlo se destacó por ser muy dedicado a las computadoras y al mundo del internet, la informática, eso sí todo lo que sabía lo usó para evangelizar creó una muestra virtual de los milagros eucarísticos alrededor del mundo que hasta hoy lo podemos visitar virtualmente. Apasionado al fútbol Carlo le recordaba a todos que fuimos creados únicos e irrepetibles y que cada uno tiene una misión especial por eso decía: «todos nacen originales pero muchos mueren como fotocopia», haciendo alusión a la importancia y el valor que tiene que cada uno de nosotros pueda descubrir el sueño de Dios, poder hacer su voluntad y vivir con autenticidad sin dejarse arrastrar por las modas y los incentivos de la sociedad en la que vivimos.
Con su vida Carlos marcó un camino que puede ayudarnos a descubrir cuál es nuestra misión. conocer la vida de Carlo Acutis en una oportunidad que tenemos todos de volver a centrar nuestra mirada en Jesús con su intercesión, así como Carlos afirmaba: «estar unido a Jesús es mi proyecto de vida».
Cada uno de nosotros hoy puede pedirle que nos enseñe a descubrir qué es lo que es verdaderamente importante y él lo resume en la oración, la eucaristía y el servicio de los más necesitados. Esos eran los pilares fundamentales en su vida de fe decía: «la eucaristía es mi autopista al cielo, así mismo la cercanía a nuestra madre la virgen María, la única mujer de mi vida» como la llamaba Carlo, es crucial para no sentirnos solos en el peregrinar hacia el cielo.
Carlo rezaba a diario el rosario, trataba de ir a misa todos los días con frecuencia, se quedaba rezando la hora santa, además se confesaba una vez a la semana.
Tratar de ser perseverante en este camino es una actitud que ayuda a fortalecernos para vivir las virtudes de la fe, esperanza, y el amor en cada uno de nuestros entornos a pesar de las adversidades que se puedan presentar.
A Carlo le diagnosticaron leucemia a principios del año 2006, al entrar al hospital le dijo su mamá: «mamá de aquí ya no salgo». Y decidió ofrecer sus sufrimientos por Dios, por el Papa, y por la iglesia.
Murió de 15 años el 12 de octubre del 2006 día de la Virgen del Pilar, está sepultado en Asis, a pedido suyo debido al gran amor que le tenía a San Francisco.
Carlo este joven que fue capaz de usar las nuevas técnicas de comunicación para transmitir con firmeza y valentía el evangelio para comunicar valores y belleza, este joven que enseñó a comprometernos en acciones concretas por el bien de otras personas forma parte de la historia de nuestro tiempo porque con toda su juventud y su impulso de vida le gritó al mundo con Dios siempre ganamos.
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