Condenada al olvido: Cristina Fernández y el dolor del ya no ser
La expresidente argentina ha perdido toda centralidad y habla cada vez más seguido, pero sus mensajes son más débiles.
Hace tiempo que Cristina Fernández de Kirchner sufre una pesadilla de la que no puede despertar. La pérdida de centralidad política, que además fue causada por un outsider que detesta ese terreno que para ella es como el aire. Como buena populista politiquera, CFK sigue sin comprender que pasó su tiempo. Entonces, se aferra psicológicamente a un lugar que ya no ocupa. La decadencia recuerda a la de alguno de los tangos de Carlos Gardel: “Anda cuesta abajo y sufre el dolor del ya no ser”.
Antes, sus mensajes eran esporádicos y esperados por sus seguidores. Cuando hablaba, temblaba el mundo e incluso movía la estantería del mismo gobierno que ella construyó, con sus dardos venenosos. Sin embargo, en algún momento, Kirchner dejó de ocupar el centro de la atención de la política nacional. Es evidente que todo esto la frustra. Entre líneas, casi que se lee su indignación, que se traduce en un pedido desesperado de atención. Pero, muy a su pesar, sus mensajes tienen cada vez menos impacto.
Justamente, para irrumpir en una jornada donde Javier Milei se encuentra en Estados Unidos, Cristina Fernández de Kirchner apeló a una crítica que generó un tsunami en los días del Frente de Todos. La de los “funcionarios que no funcionan”. Ahora, le agregó que las ideas del actual presidente tampoco lo hacen. Ahora, a diferencia de lo que sucedía hace algunos años, sus palabras cayeron en el pozo de la intrascendencia.
Aunque el mandatario argentino brindó una conferencia en una prestigiosa casa de estudios, y volverá a encontrarse con los empresarios y emprendedores más importantes del planeta, CFK quiso bajarle el precio al libertario señalando que se encuentra de gira “artística”. Además, lo calificó de “showmaneconomista”.
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Mientras tanto, el mandatario argentino fue ovacionado en Stansford. En el marco de su clase magistral en el Instituto Hoover, Milei expuso sobre economía de mercado, el sistema de precios y las problemáticas de la intervención del Estado, que terminan generando, en mayor o menor medida, las problemáticas de la falta de coordinación del socialismo.
Condolezza Rice, directora de la institución, aseguró que la clase del presidente libertario fue “un lujo”. También lo invitó a realizar otra presentación en el futuro. A Milei le gustó la idea y propuso que la misma sea sobre “innovación y crecimiento económico”.
Fiel a su estilo, el jefe de Estado accedió a sacarse selfies con varios estudiantes de la prestigiosa universidad norteamericana, varios de ellos argentinos.
La agenda de Milei en las próximas horas continuará con relevantes reuniones con personajes del nivel de Sundar Pichai (Google) y Timothy Cook (Apple). Mientras tanto, Kirchner seguirá destilando envidia. Veremos si logra contenerse o si recurre una vez más a sus redes sociales, para emitir comunicados realmente irrelevantes.
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