Durante entrevista a EL MUNDO, Francisco Santos, ex vicepresidente de Colombia, denuncia: “Si matan a María Corina, incendian Venezuela”
Volcado en la actualidad que rodea a su país y a la región latinoamericana, considera que el principal obstáculo para unas elecciones libres en Venezuela es Vladimir Putin
Piensa que esta vez, con el liderazgo de María Corina Machado, puede caer la dictadura chavista y ve en Rusia la principal amenaza para recobrar la democracia. Ex embajador en Washington y ex vicepresidente de Colombia, opina que la oposición venezolana no puede contar con la Casa Blanca para nada y que mejor haría buscando a China como intermediario.
Francisco Santos, que sigue de cerca como pocos el panorama político de Venezuela, habló con EL MUNDO desde la capital estadounidense.
Pregunta.- Nadie ha generado tanto fervor popular como María Corina Machado ¿Es una ola imparable o la pueden apagar de manera violenta?
Respuesta.- La oposición venezolana tuvo dos grandes momentos: cuando se unieron y ganaron las elecciones a Maduro, que luego las robó y Capriles no fue capaz de lucharlas, aunque la gente quería ir a tomar el palacio de Miraflores. Y cuando obtuvieron mayoría absoluta en la Asamblea. Después vinieron las peleas internas y desperdiciaron una gran oportunidad como la de Juan Guaidó. Ahí entra María Corina, que nunca se metió en el Gobierno interino.
P.- Muchos opositores a Maduro la tildaban de extremista.
R.- Pero ella siempre fue muy coherente. Y con ese despilfarro de la oposición dividida, que entrega, con Estados Unidos, el Gobierno interino a Maduro a cambio de nada, María Corina se come todo el espacio de la oposición.
P.- Y promueve unas primarias en las que casi nadie creía…
R.- Hizo las primarias, que eran complicadísimas, y esa capacidad de espera, esa coherencia abre un espacio para una líder con talla de estadista. No he visto una gestión de crisis como la que ha manejado María Corina. No se ha equivocado ni una sola vez, ha consolidado un movimiento que solo podrán parar con una represión brutal. Venezuela llegó a un punto en el que o bien celebra elecciones transparentes o se produce un estallido social. Estamos viendo el final de la dictadura y mucho tiene que ver con la manera en que María Corina ha jugado el papel de líder de la oposición en los últimos ocho meses.
P.- ¿La vida de María Corina Corina Machado corre peligro por el liderazgo que supone frente a Maduro y el chavismo?
R.- Si matan a María Corina, incendian Venezuela, provocan una revolución en la que acaban todos muertos, al estilo Ceaucescu. Su liderazgo la trasciende, es una ilusión, algo tan grande en Venezuela que nunca la dictadura dimensionó que llegaría a ese punto. Y la única que puede garantizar la salida a esos señores es María Corina. El pueblo venezolano lo aceptaría si negocia unas elecciones transparentes.
P.- Si Maduro las aceptara, ¿tendría su Gobierno y su entorno que abandonar Venezuela para eludir los juicios por sus crímenes?
R.- No sé cómo sería esa fórmula. Quedarse sería muy difícil salvo que tengan una protección gigantesca. Que María Corina tenga semejante fuerza iría en beneficio de Maduro y su cleptocracia, puesto que es la única que puede negociarles una salida y garantizarles que se cumpla.
P.- ¿Permitiría el Ejército el fin de la dictadura?
R.- El Ejército está muy dividido, desmoralizado y sin gente. Hay unos pocos generales que se quedaron con el poder, están robando todo y ganando mucha plata. Debajo tienen una cantidad de oficiales que no han podido ascender, ahí hay una disputa enorme. Otro aspecto es el desdén que sienten hacia Maduro por acabar con las fuerzas militares y meter a los cubanos. Además, como les pagan tan mal, se tienen que buscar la vida, y son pocos los dedicados al 100% a su función, eso me lo contó un general.
P.- ¿No existe un general o un coronel dispuesto a dar un golpe de Estado?
R.- No lo hay. Pero estoy seguro de que si se celebran elecciones libres y Maduro las roba, los militares van a intervenir, además de la sociedad. Se deterioró tanto la situación del país y existe tal avalancha de optimismo e ilusión con María Corina que creo que ya es una fuerza imparable.
P.- ¿Qué papel pueden jugar el ELN y otras bandas criminales a las que conviene la dictadura y no un país democrático?
R.- Cuando va a ocurrir algo similar a la primavera árabe, con manifestaciones y tomas de 100.000, de 300.000 personas, no pueden hacer nada. Si Maduro, Padrino, Rodríguez o Diosdado fuesen realistas, estarían negociando su futuro. Y hay un elemento del chavismo a tener en cuenta, que está fuera del país en su mayoría porque Maduro los vio como enemigos, que representa una izquierda ligada a lo que fue Chávez.
P.- ¿Qué pasará con Tareck El Aissami y su sector? ¿Serán los únicos que paguen el pato si robaron lo mismo que Maduro y sus secuaces?
R.- Tareck es un elemento iraní muy importante, su poder es su relación con Irán. Creo que está vivo porque Irán ha dicho: no me lo tocan. Representa, por un lado, ese islamismo radical; y, por otro, la corrupción. Pero su mirada, en términos geoestratégicos, es Irán. En un escenario de estos, podría acabar en Irán.
P.- En el caso de unas elecciones libres, ¿se quedarán de brazos cruzados Rusia e Irán viendo cómo pierden un socio vital en la región?
R.- No, algo tratarán de hacer. Ese es mi único interrogante. Si Maduro y los suyos tienen la capacidad o la fortaleza de tomar posiciones unilateralmente. Es más, si yo fuese María Corina, estaría negociando con China. Le diría ‘le debemos toda esta plata, pero usted ayúdeme a que Irán y Rusia no se metan, que nos dejen tranquilos y tenemos una buena relación con ustedes’. Creo que abrirle a China el papel de intermediador en Venezuela, y no es que yo ignore que China es una dictadura como las demás, pero es el único país que puede ayudar en estos momentos a buscar una salida pacífica a Venezuela.
P.- Venezuela es el socio más importante de Putin en América. Si cae, pueden seguir Nicaragua y Cuba. ¿No es María Corina su mayor estorbo?
R.- Lo que nunca pensaron es que ella fuera a generar semejante movimiento político y social. Es un camino sin regreso y puede acabar en una guerra civil. Cuando tienes un líder político como María Corina en un país que ha sufrido tanto, esa explosión no la vas a poder controlar. Y como ya no tienes a los militares ni los tanques para sacarlos a las calles por un gigantesco problema de personal… El Fuerte Tiuna, el verdadero centro de poder, apenas lo defienden 300 personas. Están en el peor de los momentos y la oposición, con el viento a favor.
P.- ¿El mayor obstáculo, por tanto, se llama Vladimir Putin?
R.- Sí, lo es, y eso muestra el nuevo nivel de acción de una Rusia que nunca perdió a América Latina como escenario geoestratégico. Lo increíble es que para Rusia, América Latina siempre fue un escenario geoestratégico y para Estados Unidos, no.
P.- ¿Se puede esperar algo de Washington, que ha hecho importantes concesiones a Maduro sin recibir nada a cambio?
R.- No se puede esperar nada. Se lo he dicho a miembros de la oposición: ustedes no pueden esperar nada de Estados Unidos, tienen que resolver esto solos. Estamos en un momento único, en el que por fin se puede recuperar la democracia, pero va a tener un costo grande, así sea aceptando los rinocerontes que nos vamos que tener que tragar. O aceptando que va a haber una cuota de sacrificio inmensa, de cientos de miles o de millones de ciudadanos marchando sobre el Fuerte Tiuna y sobre Miraflores, y tomando las instituciones, como pasó en Sri Lanka, y expulsando a los actuales mandatarios. La ciudadanía hastiada ha dicho: No más.
Tomado de EL MUNDO: https://www.elmundo.es/internacional/2024/05/22/66421af921efa0102f8b4586.html
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