Buenos días, pitaceros. La falsa alarma de una nueva crecida del río en Cumanacoa revela el trauma colectivo tras la reciente inundación. El pánico desatado por rumores infundados en redes sociales demuestra la fragilidad emocional de una población aún en shock. Este incidente subraya la importancia de la comunicación oficial responsable y la necesidad de fortalecer la resiliencia comunitaria ante desastres naturales. Es decir, el acompañamiento debe ir más allá de solo entregar enlatados, cobijas y un poco de agua. Las autoridades deben implementar sistemas de alerta temprana confiables para evitar el caos y restaurar la confianza ciudadana.
¿O no? |
No hay comentarios:
Publicar un comentario