Relación entre EEUU e Irán en un callejón sin salida con nuevo presidente
La Casa Blanca rechazó retomar las negociaciones para volver a activar un acuerdo nuclear que garantizaba al país islámico el levantamiento de sanciones. El motivo es que Masud Pezeshkian apoya a Hamás y Hezbolá, además no tiene poder de decisión en asuntos internacionales
El pacto nuclear que garantizaba el levantamiento de sanciones a Irán a cambio de que ese país regulara la manipulación de uranio (esencial para fabricar una bomba nuclear), no volverá a estar vigente. Al menos eso asegura Estados Unidos tras la elección de Masud Pezeshkian, cirujano cardíaco y exministro de Salud, como nuevo presidente.
“No estamos en posición de volver a la mesa de negociaciones con Irán solo por el hecho de que hayan elegido un nuevo presidente”, fueron las palabras del portavoz de la Casa Blanca, John Kirby. Y es que Pezeshkian, a pesar de ser considerado un líder reformista, no tiene demasiada voz ni voto en asuntos internacionales. La negativa reside en que el país aún apoya a grupos considerados terroristas por Estados Unidos, como Hamás y Hezbolá. En otras palabras, las cosas no serán diferentes —o podrían empeorar— en las relaciones internacionales respecto a esa nación.
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Pezeshkian debe obedecer las órdenes del ayatolá Alí Jamenei, por el sistema dual de gobierno clerical y republicano iraní, por lo que el “líder supremo” es la voz cantante en asuntos internacionales. Pero el nuevo presidente electo de Irán aseveró en una carta dirigida al líder de Hezbolá que “la República Islámica siempre ha apoyado a la resistencia del pueblo de la región contra el ilegítimo régimen sionista (Israel)”.
Un presidente con manos atadas
Pezeshkian es fiel al régimen teocrático de Irán “y no tiene intención de enfrentarse a los poderosos halcones de la seguridad y a los gobernantes clericales”, según un reporte de Reuters. De hecho, en debates televisivos y entrevistas, prometió “no cuestionar las políticas de Jamenei”.
La esperanza de los votantes es que cambie temas de política interna, como los derechos de las mujeres. Quizás, las pocas reformas que pueda aplicar motivó también la baja participación. El cardiólogo y también exdiputado obtuvo 16,3 millones de votos frente a los 13,5 millones de Saeed Jalili en las elecciones. En total, 30 millones de iraníes se acercaron a las urnas, según el Ministerio del Interior. Eso representa una participación de 49,6 %, más que el mínimo histórico en la primera vuelta del 28 de junio, pero menos que en elecciones presidenciales pasadas.
Entonces, ¿puede cambiar algo en Irán? Pezeshkian dice que los canales diplomáticos “están abiertos de diversas maneras” para negociar con Washington. Pero su capacidad limitada para gobernar hace que EE. UU. no acepte su oferta.
“Respetaremos la ley del hijab”
En algo sí contrasta el nuevo presidente electo de Irán con el fallecido dictador Ebrahim Raisi: el cardiólogo estuvo entre los que exigieron a la “policía de la moral” aclarar hace dos años la muerte de Mahsa Amini. Aunque hace poco también declaró que bajo su mandato “respetarían la ley del hijab”, mas “nunca debe haber ningún comportamiento intrusivo o inhumano hacia las mujeres”.
Respecto a presos políticos ha dicho que “no están dentro de su ámbito de competencia y, si quiere hacer algo, no tiene autoridad”. Por lo que sus promesas se enfocan en la deteriorada economía y algunas cuestiones sociales.
Viudo desde hace 30 años y padre de tres hijos restantes a los que crio solo (su hijo murió en un accidente de tránsito junto a su esposa), es consciente de las violaciones a los derechos humanos en Irán. Pero lo que haga durante su mandato comprobará qué rumbo tomará el país, al menos en asuntos internos.
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