Buenos días, pitaceros. La aprobación por unanimidad de la Ley de Fiscalización de ONG en Venezuela representa un grave retroceso para la sociedad civil. Esta legislación, bajo el pretexto de regulación, impone severas restricciones a la libre asociación y al funcionamiento de organizaciones no gubernamentales. Al exigir exhaustivos controles y amenazar con sanciones desproporcionadas, la ley crea un ambiente aún más hostil para la participación ciudadana independiente. Esto no solo limita la capacidad de las ONG para operar libremente, sino que también silencia voces críticas y obstaculiza el desarrollo de una sociedad plural y democrática. La ley representa, en esencia, un intento de ilegalizar la sociedad civil organizada, para lo que el chavismo ha acelerado el socavamiento de los principios fundamentales de libertad y derechos humanos.
Así las cosas. |
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