Millones de niños en peligro por inundaciones en Bangladés
NACIONES UNIDAS – Más de dos millones de niños corren peligro a causa de las inundaciones que arrasan hogares, escuelas, aldeas y cultivos en el este de Bangladés y que afectaron ya a 5,6 millones de personas, advirtió este viernes 30 un reporte del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef).
Emma Brigham, representante adjunta de Unicef en Bangladés, dijo que “las devastadoras inundaciones en las zonas orientales del país son un trágico recordatorio del impacto implacable de los fenómenos meteorológicos extremos y la crisis climática en los niños”.
“Demasiados niños han perdido a sus seres queridos, sus hogares, sus escuelas y ahora están completamente desamparados”, remarcó la responsable.
Los principales ríos del sureste están desbordados debido a las lluvias monzónicas sin precedentes. Se informó de la muerte de más de 52 personas, y varios millones están varados sin alimentos ni suministros de emergencia.
Más de 500 000 personas abandonaron sus hogares buscando refugio después de que las aguas crecientes de los ríos sumergieran casas, calles y campos en las regiones de Chattogram (sureste) y Sylhet (noreste), y en los próximos días más personas se verán afectadas a medida que continúe la temporada de monzones.
Bangladés, de 148 000 kilómetros cuadrados –gran parte llanuras de aluvión a escasa altitud- y 173 millones de habitantes, está cruzado por más de 50 ríos que descienden desde la cordillera del Himalaya, y con frecuencia en el verano boreal recibe el castigo de los monzones, fuertes vientos cargados de lluvias.
Unicef se activó en los últimos días de agosto para distribuir entre los afectados tabletas purificadoras de agua, bidones para almacenar el líquido y sales de rehidratación oral, con lo que auxilió ya a unas 338 000 personas (130 000) niños.
“Pero se necesitan más fondos para llegar a estas familias y a sus niños, y evitar un impacto aún más devastador en su futuro”, dijo Brigham.
La población requiere con urgencia asistencia en efectivo, agua potable, equipos de higiene, letrinas de emergencia, compresas higiénicas, sales de rehidratación oral y medicamentos, así como restablecer de inmediato los servicios de atención primaria de salud para tratar a los recién nacidos y a los enfermos, indicó Unicef.
Las recientes inundaciones hacia sureste del país se registraron después de las que afectaron el norte en mayo, y entre ese mes y junio con el ciclón Remal, que castigó zonas costeras en el sur. Las tres emergencias han afectado a 13 millones de personas, de las cuales al menos cinco millones son niños.
Bangladés también ha vivido en los últimos meses una eclosión política, con manifestaciones estudiantiles y populares, primero severamente reprimidas pero que luego causaron la caída de la primera ministra Hasina Wazed y su reemplazo en el cargo, el 8 de agosto, por el Nobel de la Paz 2006, Muhammad Yunus.
Mientras, en la India, su nororiental estado de Tripura (inmediatamente al este de Bangladés) se ha visto afectado por lluvias extraordinarias de hasta 72 horas, lo que provocó las inundaciones más graves desde 1983, según los medios locales.
Las lluvias, junto con los más de 2000 deslizamientos de tierra resultantes, afectaron a 1,7 millones de personas, incluidas alrededor de 117 000 que fueron desplazadas a campamentos de socorro establecidos por las autoridades regionales.
La Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de las Naciones Unidas (Ocha) recibió informes de que 26 personas murieron en Tripura por las inundaciones.
En otro estado del norte de la India, Himanchal Pradesh, desde finales de julio se reportaron múltiples deslizamientos de tierra, que dejaron varias víctimas.
La temporada de los monzones también causó estragos en Nepal, un país enclavado en los Himalayas y en la primera línea del cambio climático, que experimentó un rápido calentamiento de los glaciares, lo que provocó graves inundaciones repentinas y deslizamientos de tierra.
Una inundación provocada por el desbordamiento de un lago glacial en la región del monte Everest arrasó con el pueblo de Thame, situado a una altitud de unos 3800 metros y popular entre los excursionistas.
Aunque no se reportaron muertos ni heridos graves, más de una docena de casas y pequeños hoteles, una escuela y un centro de salud fueron arrasados.
Sin embargo, en otras partes del país, la temporada de monzones de 2024 provocó más de 200 muertes, incluso en la capital, Katmandú.
En un incidente particularmente trágico, unas 65 personas murieron cuando dos autobuses fueron empujados hacia un río crecido el mes pasado.
En Pakistán, los desastres se cobraron la vida de 243 personas desde julio, según los reportes de Ocha. Aproximadamente la mitad de ellas eran niños, lo que pone de relieve su mayor vulnerabilidad.
Las inundaciones también provocaron daños importantes a los medios de vida y a la infraestructura vital, incluidas escuelas y puentes, en los países del sur asiático.
A-E/HM
No hay comentarios:
Publicar un comentario