Familiares acuden al Ministerio del Servicio Penitenciario para denunciar las condiciones “graves y deshumanizantes” que enfrentan los presos políticos
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Familiares de personas privadas de libertad, ex prisioneros políticos, activistas, defensores de derechos humanos e integrantes de diversas organizaciones de la sociedad civil, acuden al órgano rector del sistema penitenciario del país, el Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario.
El documento a entregar ante el Ministerio detalla las condiciones extremadamente graves y deshumanizantes que enfrentan los reclusos en los centros penitenciarios, siendo la mayoría de ellos detenidos por razones políticos, lo que conlleva a la violación de sus derechos fundamentales.
Se expresa una profunda preocupación por la situación deplorable en las que se encuentran los presos políticos, las mujeres y los adolescentes en los centros penitenciarios del país.
Se sostiene que las condiciones de los privados de libertad violan las normas, principios y valores que el sistema penitenciario debe asegurar, de acuerdo con lo establecido en la Constitución y en los tratados, pactos y convenios internacionales.
Exigencias del Comité de Familiares y Amigos por la Libertad de los Presos Políticos en el documento
Exigente de manera urgente que el Ministerio del Poder Popular para el Servicio Penitenciario adopte las siguientes medidas para garantizar el respeto de los derechos humanos de los presos políticos, las mujeres y los adolescentes privados de libertad
- Permitir visitas familiares sin restricciones arbitrarias, poder tener contacto físico con sus familiares en un entorno digno y respetuoso.
- Garantizar el acceso a servicios médicos adecuados, todos los presos políticos deben recibir atención médica oportuna y especializada, especialmente aquellos con enfermedades crónicas, las mujeres embarazadas y los adolescentes
- Autorizar el ingreso de alimentos y medicinas por parte de los familiares, para garantizar la salud y el bienestar de los reclusos.
- Cumplir con las Reglas Mínimas de las Naciones Unidas para el Tratamiento de los Reclusos (Reglas Mandela): acabar con las condiciones de hacinamiento y tratos crueles y degradantes en los centros de reclusión.
- Cesen los traslados arbitrarios de un centro de reclusión a otro sin información a los familiares, que se publiqué en la página web del ministerio el listado de las personas trasladadas
- Crear una mesa de diálogo entre el ministerio y el comité de familiares y amigos por la libertad de presos políticos, que les permita a los familiares establecer preocupaciones
- Libertad plena de forma inmediata para nuestros familiares presos políticos, civiles y militares, presos de conciencia y víctimas de graves violaciones a los derechos humanos, sometidos a juicios sin garantías de imparcialidad judicial.
La situación actual en las cárceles venezolanas es inaceptable y constituye una violación continua de los derechos humanos de los presos políticos, las mujeres y los adolescentes privados de libertad.
Los privados de libertad carecen de garantías para el disfrute de derechos esenciales
Denuncian falta de atención médica y alimentación adecuada, restricciones arbitrarias en las visitas familiares, trato denigrante a los familiares a la hora de la visita, prohibición de ingreso de alimentos y medicinas.
Los numerosos casos de torturas, tratos crueles y otros abusos cometidos en los recintos carcelarios se suman a la revictimización generada por el sometimiento al hambre y la falta de servicios que deberían ser provistos por las autoridades venezolanas, reza el documento.
Además, la mayoría de los presos políticos provienen de familias en condiciones de pobreza, quienes no cuentan con los recursos económicos necesarios para trasladarse a los centros de reclusión y proporcionarles alimentos.
En muchos casos, la alimentación proporcionada por el centro es insuficiente y de mala calidad, lo cual agudiza las condiciones de salud y pone en riesgo la vida de los presos políticos. En los centros de reclusión como El Rodeo I, Tocorón, Tocuyito y Yare III no se le es permitido a los familiares suministrarle ningún tipo de alimentos e insumos de primera necesidad.
Las mujeres encarceladas enfrentan un entorno que desatiende completamente sus necesidades
La única cárcel femenina del país alberga más del doble de su capacidad. Este hacinamiento y la falta de infraestructura adecuada en El Instituto Nacional de Orientación Femenina (INOF) crean un entorno inseguro e insalubre que pone en riesgo la integridad física y emocional de las reclusas
Denuncian falta de acceso a productos básicos de higiene femenina como toallas sanitarias, lo que agrava las condiciones de salubridad, especialmente durante la menstruación, el embarazo y la lactancia. Además, las mujeres embarazadas no cuentan con control prenatal adecuado, lo que pone en peligro su salud y la de sus hijos.
Los familiares denuncian que las reclusas son sometidas a violencia y tratos degradantes, incluidos castigos de aislamiento en celdas sin acceso a agua o comida. Este tipo de trato, prohibido por las Reglas de Bangkok, vulnera su dignidad y afecta gravemente su salud física y mental. Además, las reclusas están expuestas a situaciones de violencia intracarcelaria, con poca o ninguna protección por parte de las autoridades penitenciarias, señala el documento.
Preocupante y alarmante las condiciones de los adolescentes privados de libertad
Los familiares denuncian la criminalización y condiciones de reclusión junto a adultos, son pre calificados como terroristas por las autoridades y están detenidos en las mismas celdas que personas adultas, sin separación por género en muchos casos. A todos se les ha impuesto un defensor público oficial, negando la posibilidad de contar con una defensa privada, lo que vulnera su derecho a una defensa.
Denuncian de tratos crueles, inhumanos y degradantes tal como lo registra la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, el documento entregado detalla también casos de violencia.
Adolescentes privados a su derecho a la educación
Tal es el caso de una adolescente embarazada, que fue objeto de insinuaciones de que los agentes la obligarían a abortar para no tener “hijos terroristas”. Fue forzada a realizar ejercicios físicos y posturas humillantes. En otro caso, un niño dentro del espectro autista permanece privado de libertad sin ver a su familia ni recibir la atención médica que requiere. Un tercer caso denuncia que un adolescente sufrió parálisis facial tras haber sido golpeado durante su detención.
Los adolescentes detenidos ven violados sus derechos al interés superior del niño, la igualdad, la no discriminación, la integridad física, psíquica y moral, y el derecho a un trato digno y humanitario. Además, al estar recluidos en cárceles, se les está privando de su derecho a la educación, considerado un supra derecho, ya que las cárceles no cuentan con las condiciones para garantizar su formación académica.
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