Milagros | Curación de un niño moribundo en Madagascar | | | Puesta en situación | El 25 de junio de 1
897, poco antes de su muerte, Teresa había dicho a su hermana la Madre Agnès, después de leer en los Anales de la Propagación de la Fe (en francés, Annales de la Propagation de la Foi) un relato de la aparición de una hermosa Señora vestida de blanco con un niño bautizado: "Más tarde, yo también iré así alrededor de los niños bautizados" (CJ 25.6.1). En octubre de 1909, la fama de Teresa comenzó a extenderse más allá de Francia. En la isla de Madagascar, la Reverenda Madre Saint-Jean Berchmans, fundadora y superiora de las Hermanas de la Providencia en Ambatolampy, distribuye imágenes de la joven carmelita a todos los habitantes de la región. | | | Teresa pasa a la acción | En un pueblo, un niño agoniza y su madre se lamenta a su lado. La monja misionera bautiza al niño y entrega a la madre un retrato de Teresa, recomendándole que la invoque con fe. La noche siguiente, la cabaña familiar se llenó de luz. Teresa apareció junto al niño recién bautizado y le vistió con una túnica blanca, símbolo de inocencia. Ante la mirada atónita de su madre, el niño se despertó, extendió los brazos hacia Teresa, sonriendo, y se curó al instante. Unos días más tarde, la mujer malgache, con su hijo sano en brazos, volvió a ver a la monja y le dijo: "La hermosa Señora que me diste curó a mi hijo durante la noche; yo creía que estaba muerto y ya lo estaba llorando... y llegó llevando una túnica blanca que le puso encima; y cuando se despertó, ¡estaba curado!". | Archivos del Carmelo de Lisieux | | | Rezo y actúo | Espíritu Santo, fuente de toda gracia y amor, por tu acción Santa Teresa del Niño Jesús fue colmada de favores divinos y respondió a ellos con perfecta fidelidad. Ahora que intercede por nosotros, y que no descansará hasta el fin de los tiempos, te lo imploramos. Te pido que inspires y escuches mi oración, para que se me conceda el favor confiado a su intercesión. Oh Santa Teresa del Niño Jesús, mira la confianza que pongo en ti y acepta mis intenciones. Intercede por mí ante la Virgen María, que vino a sonreírte en el momento de la prueba. Mira también a todos los que sufren y a todos los que te rezan: me uno a ellos como hermanas y hermanos. |
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