“TODO ALLÁ adentro es inhumano”: lo que padecen las
privadas de libertad tras las elecciones del 28J
30/10/24 - 10:30
IMPACTO VENEZUELA Última actualización 30/10/24 -
10:30
Por
las inadecuadas condiciones de higiene, las privadas de libertad se contagiaron
de piojos y las custodias no permiten que los familiares les lleven champú para
combatirlos
“Todo allá adentro es
inhumano”, dice el familiar de una de las mujeres detenidas, en el contexto de
las manifestaciones postelectorales, y trasladadas hasta el Centro de Formación
para Procesadas Femeninas La Crisálida, en Los Teques, estado Miranda.
En cada celda de este
penal hay entre 15 y 18 mujeres aproximadamente, quienes reciben solo dos tobos
de agua para bañarse, cepillarse y lavar la ropa, reseña el portal del Observatorio
Venezolano de Prisiones (OVP).
Agrega que “las
mujeres solo se lavan sus partes íntimas y el resto del cuerpo lo asean con
toallas húmedas, de esta forma rinden el agua para todas las compañeras de
celda. Se turnan por días para lavarse el cabello”.
“Dos se lavan el
cabello un día, otras dos se lavan el cabello otro día y así van”, denuncian
los familiares.
Por las inadecuadas
condiciones de higiene, las privadas de libertad se contagiaron de piojos y las
custodias no permiten que los familiares les lleven champú antipiojos. “Mientras
no tengan buen aseo personal, van a seguir teniendo piojos”, aseguran los
parientes.
Además hacen sus
necesidades en letrinas, muy cerca de las celdas, y algunas mujeres han
presentado infección urinaria.
En el Centro de
Formación para las Procesadas Femeninas La Crisálida hay, al menos, 100 presas
políticas, según fuentes consultadas. Sin embargo, oficialmente se desconoce
esta información.
A las presas políticas
les dieron una colchoneta muy delgada para dormir en literas, pero son tan
finitas que los tubos de la cama las lastiman cuando duermen y una solución que
encontraron las reclusas fue unir dos colchonetas y dormir en parejas en cada
cama.
“Hay otras que se van
para el piso y están en el piso porque no aguantan los tubos de las camas”.
En menos de una semana
se registraron dos traslados en este recinto carcelario en horas de la noche.
El primero ocurrió el 18 de octubre, después de una requisa en la que
presuntamente golpearon a las detenidas, y el segundo fue el 23 de octubre, en
el cual se llevaron a 126 mujeres al Instituto Nacional de Formación Femenina
(INOF), también en Los Teques.
En ambos casos se
trató de privadas de libertad por motivos sociales. Y ninguno de los operativos
los confirmó oficialmente el Ministerio para el Servicio Penitenciario.
Lea también: DICTAN PRIVATIVA de
LIBERTAD a la directora del INOF por varios delitos
Mala alimentación
Además de las inadecuadas condiciones de higiene, los familiares denunciaron al
OVP que las mujeres no comen bien. En las visitas, que son cada 15 días, las
ven notablemente más delgadas.
Las denuncias
recibidas apuntan a que las privadas de libertad comen arepa dura con
mortadela, carne molida con pasta o arroz, o arroz con auyama. Además, señalan
que los alimentos a veces tienen cabellos, saliva o descompuestos.
“Sé de otras mujeres
que pasan hasta ocho días sin comer casi, porque les da ganas de vomitar lo que
les llevan”.
Con respecto al agua,
los familiares aseguran que no es apta para el consumo humano. En consecuencia,
algunas reclusas presentan problemas gastrointestinales. También se enferman
con infecciones urinarias porque hacen sus necesidades en baños, muy cerca de
las celdas.
Humberto Prado,
director del OVP, recordó que el Estado venezolano ofrece un trato cruel e
inhumano a las personas privadas de libertad, en especial a las mujeres.
“Las mujeres tienen
derecho a la vida, a la dignidad, a la integridad personal, física, psíquica y
moral. Tienen derecho de igualdad de trato, a que tengan la oportunidad de
peticionar ante las autoridades y les den una respuesta adecuada, a tener
derecho al debido proceso, su abogado de confianza y a no ser discriminadas en
ningún momento”, dijo.
Las reclusas en La
Crisálida tampoco hacen actividades durante el día o toman sol, pasan el tiempo
dentro de las celdas hacinadas. Y recientemente a los familiares les ha llegado
la información de que presuntamente deberán cumplir con orden cerrado.
Requisa humillante y
malos tratos
Las mujeres que visitan a las presas políticas detenidas en este recinto de Los
Teques, son sometidas a requisas vejatorias. En una de las recientes visitas
las custodias obligaron a las parientes a quitarse la ropa, a brincar tres
veces, a pujar y a abrir sus partes íntimas.
“Luego nos tiran la
ropa al piso y nos mandan a vestir”.
Además los familiares
deben vestir con sandalias, pantalón azul sin rasgaduras, camisa blanca, el
cabello suelto y sin prendas. “En una requisa se enfocaron mucho más en la
comida, la destruyeron para dejarla pasar. Ahora no nos dejan ni llevarles agua
porque la directora dice que podemos envenenarlas, qué mente tan maquiavélica
va a pensar que nosotras vamos a envenenar a nuestros familiares”.
En las visitas las
custodias interrumpen constantemente con cualquier excusa, como poner a rezar a
las detenidas y sus familiares, o vigilan las conversaciones. De acuerdo con lo
documentado por el OVP la directora de La Crisálida, Francis Veloz,
frecuentemente comenta que “las terroristas solo merecen luz y agua”.
El Centro de Formación
para Procesadas Femeninas La Crisálida fue inaugurado el 13 de diciembre de
2018, bajo la gestión de Iris Varela, ministra para el Servicio Penitenciario
en ese entonces. Su capacidad es para 600 privadas de libertad, según cifras
oficiales.
Prado destacó que el
gobierno de Nicolás Maduro viola los instrumentos nacionales, internacionales e
interamericanos en lo que respecta a los derechos humanos en cuanto a las
personas privadas de libertad.
“Como normas jurídicas
de las mujeres que no se respetan podemos mencionar los Principios y Buenas
Prácticas sobre la Protección de las Personas Privadas de Libertad de las
Américas, la Convención Interamericana para Prevenir, Sancionar y Erradicar la
Violencia Contra la Mujer (Convención de Belém do Pará), la Convención sobre la
Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (Cedaw) y las
reglas Bangkok”, detalló.
Además, recordó que
según el artículo 272 de la Constitución Bolivariana de la República el Estado
debe garantizar un sistema penitenciario que asegure la rehabilitación del
interno o interna y el respeto a sus derechos humanos. Por último, el director
del OVP hizo un llamado a respetar los derechos humanos y dignidad de las
mujeres privadas de libertad en nuestro país.
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