¿Por qué el diablo le teme más a una mujer humilde que a cualquier otra cosa?
En un episodio del pódcast The Catholic Gentleman (“El Caballero Católico”), John Heinen, Sam Guzmán y Devin Schadt analizan cuatro poderosas razones por las que Satanás tiembla ante la Santísima Virgen:
1. La humildad de María humilla a Satanás:
La humildad de María es lo opuesto al orgullo de Satanás. Su total sumisión a la voluntad de Dios vuelve impotente su arrogancia. "Dios le dio a María tal poder sobre los espíritus malignos —explica Heinen—, que admiten que temen más a una de sus súplicas por un alma que a las oraciones de todos los santos". Cuando acogemos la humildad de María, compartimos su victoria sobre Satanás.
2. María es la reina de los ángeles:
María tiene autoridad sobre todos los seres angelicales, incluidos los caídos. “Aquellos que eligieron seguir a Dios, sabían que cuando Nuestra Señora llegara y se elevara sobre ellos, estarían a su servicio”, dice John Heinen. Satanás, que se enorgullece de su antiguo estatuto angelical, sigue atormentado por el lugar tan elevado que María ocupa en el Cielo.
3. El impacto de María en la salvación:María le recuerda a Satanás que su rebelión nunca podrá derrotar la misión divina que ella llevó al cumplimiento. “Ella es el anticipo de la creación divinizada, de la creación restaurada en unión con Dios”, explica Guzmán. Desde su Inmaculada Concepción hasta su papel de Madre de Dios, María ocupa el centro del plan de Dios para derrotar a Satanás.
4. María exalta a los humildes:
El canto de alabanza de María, “El Magnificat”, declara que Dios “derribó de su trono a los poderosos y exaltó a los humildes”. Este marcado contraste enfurece a Satanás, que está obsesionado con el poder y la autoglorificación. «En el corazón de María, en el Magnificat, vemos por qué Ella es tan diferente de Satanás", dice David Schadt. “Su gloria y manifestación están dirigidas a Dios y no a Ella misma».
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