Poesía | Solo Jesús | | | Puesta en situación | En juillet-août 1896, Thérèse connaît des semaines de grande intensité spirituelle. Le 6 août, elle se consacre à la Sainte Face dans une prière d'amour. Le 2 août, son frère missionnaire, le père Roulland, part pour la Chine, et avec lui, elle se sent engagée dans son apostolat. Pendant cette période, elle médite beaucoup Isaïe et aspire à « aimer comme un petit enfant ». Elle intègre ces désirs dans une vocation unique. Ces expériences se reflètent dans son poème « Jésus Seul », écrit le 15 août 1896 pour sa cousine Marie Guérin (sœur Marie de l’Eucharistie) à l'occasion de son premier anniversaire au Carmel. Méditons les strophes 3 et 4 de cette poésie. En julio-agosto de 1896, Teresa vive semanas de gran intensidad espiritual. El 6 de agosto, se consagra a la Santa Faz en una oración de amor. El 2 de agosto, su hermano misionero, el padre Roulland, parte para China, y con él se siente comprometida en su apostolado. Durante este período, medita mucho sobre Isaías y aspira a «amar como un niño pequeño». Integró estos deseos en una única vocación. Estas experiencias se reflejan en su poema «Solo Jesús», escrito el 15 de agosto de 1896 para su prima María Guérin (Sor María de la Eucaristía) con motivo de su primer aniversario en el Carmelo. Meditemos sobre las estrofas 3 y 4 de este poema. | | | Teresa me escribe | Mi única paz, mi única felicidad ¡Mi único Amor eres tú Señor!... Sólo a ti, Jesús, me aferro Es en tus brazos que corro y me escondo, Quiero amarte como a un niño pequeño Quiero pelear como un valiente guerrero Como un niño lleno de delicias quiero, Señor, colmarte de caricias Y en el campo de mi apostolado ¡Como un guerrero me lanzo a la batalla!... Tu Corazón que guarda y restaura la inocencia ¡No puedes engañar mi confianza! En ti, Señor, descansa mi esperanza Después del exilio, en el Cielo iré a verte.... Cuando en mi corazón se levanta la tormenta A ti, Jesús, levanto mi cabeza En tu mirada misericordiosa Leí: "Hija, para ti hice los Cielos". | PN 36, 3-4 | | | Comprendo | Este poema revela la profundidad de la confianza de Teresa. Nos invita a abandonarnos a Aquel que nos ama infinitamente y que espera que nos dejemos tocar por su gracia. Teresa comprende que ninguna criatura puede colmar nuestro deseo de ser amados. Ella quiso responder a este amor poniéndose en las manos de Jesús, como una niña. Esperaba recibir de él la fuerza de amar a los demás en libertad, para recorrer el camino de la santidad. | | | Rezo y actúo | Intentemos hoy hacer varios actos de confianza en Jesús repitiendo la expresión tan querida por Teresa: «Dios mío, te amo». |
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