Silencio inusual en la Asociación Cultural Yoruba de Cuba sobre la Letra del Año 2025
Fuentes cercanas al sector religioso especulan que el hermetismo podría estar relacionado con las crecientes tensiones políticas y sociales en la Isla
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La Asociación Cultural Yoruba de Cuba mantiene un inusual silencio en torno a la publicación de la Letra del Año 2025, generando especulaciones y desconcierto entre practicantes y seguidores de la religión afrocubana.
A escasas horas de finalizar el año, la institución no ha emitido el tradicional adelanto ni ha compartido imágenes del evento donde se elabora este documento, rompiendo con una práctica que se ha mantenido durante décadas.
Fuentes cercanas al sector religioso consultadas por Periódico Cubano que prefirieron mantener el anonimato, especulan que el hermetismo podría estar relacionado con las crecientes tensiones políticas y sociales en la isla, donde la influencia de instituciones culturales y religiosas ha sido objeto de mayor escrutinio por parte del Gobierno.
Generalmente, la Asociación Cultural Yoruba publica a finales de diciembre un resumen preliminar de la Letra del Año, anticipando las recomendaciones, advertencias y las deidades regentes para el próximo ciclo. Este adelanto es esperado por miles de personas dentro y fuera de la isla, quienes ven en este pronóstico espiritual una guía esencial para enfrentar los retos del nuevo año.
Sin embargo, hasta la fecha, ni en sus canales oficiales ni en redes sociales ha habido señales del acostumbrado ritual de consulta. Las fotografías y comunicados que en años anteriores circulaban ampliamente, este año brillan por su ausencia, lo que ha desatado rumores sobre posibles divisiones internas o presiones externas que habrían afectado el proceso.
Hasta el momento, la Asociación no ha respondido a las consultas realizadas por la prensa. Se espera que en los primeros días de enero se brinde alguna explicación sobre la situación o en su defecto, se publique la Letra de manera oficial, aunque con retraso.
La Letra del Año es uno de los eventos religiosos más importantes de la santería y otras prácticas afrocubanas, marcando las directrices espirituales que regirán el destino del país y de sus fieles. La ausencia de este pronóstico, incluso por unos días, genera incertidumbre y reafirma el ambiente de inestabilidad que predomina en la Cuba actual.
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