Buenos días, pitaceros. La democracia en Venezuela enfrenta su hora más crítica, al menos en esta década, ante la obstinada negativa del gobierno de Nicolás Maduro a permitir una simple verificación de los resultados electorales, un derecho fundamental en cualquier sistema democrático. El respaldo internacional que recibe Edmundo González Urrutia en su gira hemisférica subraya lo insostenible de mantener secuestrada la voluntad popular bajo la custodia militar del Plan República. La paradoja es elocuente: el chavismo proclama su legitimidad, pero teme confrontar los números reales de las urnas. El apoyo de países ideológicamente diversos, desde Estados Unidos hasta Brasil y Colombia, sugiere un consenso regional sobre la necesidad de que se haga respetar la voluntad que el pueblo venezolano expresó el 28 de julio. La legitimidad no se decreta, se demuestra con transparencia.
¿O no? EL PITAZO, 7-1-2025 |
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