¿Dónde está el espíritu del 23 de enero de 1958?
Del 23 de enero de 1958 se pretendió hacer de su espíritu un mito, cuando el dictador huyera cobardemente desinflado 10 años después (1968) al salir electo senador por Caracas, al constituirse sus seguidores en el partido Cruzada Cívica Nacional que hubo que inhabilitarle para ejercer cargos públicos desconociéndose una voluntad popular mediante la primera enmienda a la Constitución de 1961, que moralmente tuvo justificaciones jurídicas bajo el argumento de que la misma procedía previa sentencia firme de un tribunal sin responderse ¿a qué se debió todo ello si los gobiernos de Rómulo Betancourt y Raúl Leoni fueron eficientes en lo político y administrativo al estabilizar la democracia derrotando a la derecha golpista y al izquierdismo castro comunista? A nuestro juicio, las tres divisiones de Acción Democrática (MIR, ARS y MEP) resquebrajarían la unidad política. De mayor prestigio y confianza en la ciudadanía. Entonces, ¿adónde fue a parar aquel espíritu libertario?
En todo caso, la anhelada democracia permitió la reivindicación del dictador que, de no haber sido tan cobarde con el tiempo, pudo haber regresado al poder precisamente con las reglas democráticas, cuyo partido obtuvo 402.321 votos, convirtiéndose en la quinta fuerza política del país, inédito político que no preocupó a la dirigencia política, que ya para la década de 1980, tres destacados politólogos advertían el deterioro del sistema: Juan Carlos Rey… “El modelo de desarrollo impuesto desde 1958 se agotó, ya hay un límite a las posibilidades de expansión y progreso indefinido… Andrés Stambouli: “Sólo se ve una sociedad pasiva y paternalista, con partidos oligarquizados y ciudadanos desencantados, que se puede deslizar hacia la dictadura”… Humberto Njaim: «Los partidos han sido hasta ahora maquinarias políticas y deberían convertirse en maquinarias sociales animadoras de la vida participativa autónoma». (Revista Plural, 1980)
Poco después, Manuel Peñalver, secretario general de Acción Democrática, declararía: “Estamos ante una encrucijada económica y social explosiva” (Diario de Caracas, abril 15 de 1984). A estos y muchos más les llamarían “profetas del desastre”, estando cerca “el Caracazo” (o rebelión civil de 1989 y la militar de 1992).
20 años más tarde (1998), la mismísima voluntad, en el marco de un descontento general, llevaría a un militarismo resentido al poder, manteniéndose en el mismo por 25 años (2025) con el peor saldo político y administrativo nunca visto en la Venezuela republicana y, no por casualidad, con el aval de una Acción Democrática (sumisa) en cuyas luchas contra la dictadura perezjimenista ofrendaron sus vidas sus mujeres, hombres y para quienes Rómulo Betancourt estorba con su doctrina que ahora resucita, de no reconocer regímenes surgidos contra la voluntad del soberano a cambio de aquella verdad del poeta Quevedo:
/Madre, yo al oro me humillo/él es mi amante y mi amado/pues de puro enamorado/de continuo anda amarillo/Que pues doblón o sencillo hace todo cuanto quiero/poderoso caballero don Dinero/
¿Entonces cómo se explica el cacareado espíritu del 23 de enero de 1958 sin responderse las consecuencias de ello? Y peor aún, ¿que una dictadura conmemore la caída de otras? Luego, ¿adónde fue a parar aquel espíritu libertario?
El espíritu, al decir de la Biblia, “es el elemento que le da al hombre la habilidad para tener una relación íntima con Dios”. Filosóficamente, se define el espíritu de la época como “los hábitos de pensamiento, el conjunto de opiniones, ideas, juicios propios de una época determinada, el clima intelectual, los hábitos de pensamiento, el conjunto de opiniones, ideas, juicios propios de una época determinada”, que estuvo presente en toda la gesta independentista, en 1936, el 18 de octubre de 1945 y en 1958. A continuación entraría en la confusión de los elementos y no ha sido sino el 28 de julio de 2024 cuando reaparece en la conciencia cívica, donde está presente, encendido al mejor buen decir del criado de Fausto, Wagner …”Lo que llamas el espíritu de los tiempos es, en el fondo, el espíritu de la gente, en quienes los tiempos se reflejan. Y es indetenible”
ardive@gmail.com
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