Queman muñecos de Díaz-Canel para despedir el año viejo en Cuba
Otros eran alegóricos a las vicisitudes que acompañaron a los cubanos en el año, como los apagones
Por
Los cubanos despidieron el año viejo 2024 con la tradicional quema de muñecos, pero esta vez algunos de ellos representaban a los dirigentes comunistas, que para el pueblo encarnan la continuidad de la miseria. Entre ellos figuraban escenificaciones de Miguel Díaz-Canel, el presidente designado por Raúl Castro, y el primer ministro, Manuel Marrero Cruz. A ambos se les pidió en un cartel que renunciaran.
Había muñecos de trapos sentados en viejos taburetes de madera con carteles que los identificaban con el primer secretario del Partido Comunista de Cuba (PCC). Mientras, otros eran alegóricos a las vicisitudes que acompañaron a los cubanos en el año, como los apagones.
El periodista independiente Yosmany Mayeta Labrada compartió en sus redes sociales fotos de la quema de muñecos en Santiago de Cuba. “Muchos santiagueros han escrito diciendo que hicieron esta u otras tradiciones para recibir el 2025 con nuevos augurios. Entre las que más destacan, está la quema del muñeco de año viejo, como diciéndole adiós a las cosas malas y negativas del 2024”, comentó Mayeta.
Sin embargo, en Pilón, provincia de Granma, los residentes también participaron activamente en la tradición, pero esta vez con un muñeco con el nombre del senador cubanoamericano Marco Rubio. La efigie del próximo secretario de Estado de Estados Unidos fue quemado, reflejando las distintas percepciones que tiene la población sobre figuras que influyen en la política cubana y estadounidense.
Ysneri Oliva, vecina de Marea del Portillo, publicó una imagen en Facebook diciendo que “estamos despidiendo el viejo año para recibir el nuevo con prosperidad y alegría, para que el pueblo se sienta feliz con el nuevo año”.
La tradición de quemar muñecos en fin de año es una práctica extendida en varios países latinoamericanos, incluyendo Cuba, con raíces en rituales antiguos de purificación y renovación. Esta costumbre proviene de tradiciones paganas europeas, donde el fuego simbolizaba dejar atrás lo viejo y abrir paso a un nuevo ciclo. Durante la colonización, estas prácticas se mezclaron con las culturas locales, convirtiéndose en celebraciones populares.
En Cuba, esta tradición adquirió matices propios, aunque con menos fuerza que en otros países. Durante décadas, especialmente en zonas rurales, se quemaban muñecos o representaciones simbólicas como forma de despedir el año y atraer buena suerte. La quema de muñecos es, en esencia, un acto de renovación, humor y crítica, propio del espíritu latinoamericano.
No hay comentarios:
Publicar un comentario