EN EL RÉGIMEN DE CHÁVEZ SE
TRIPLICARON LOS HOMICIDIOS
El domingo 3 de junio
de 2012 el diario El Universal
reportó:
-La guerra de Irak
cobró 162.000 muertos desde 2003; Venezuela registró 76% de esas bajas en el
mismo período. A pesar de haber implementado al menos 20 planes de seguridad,
los homicidios crecieron 223% en los últimos 14 años. Fermín Mármol García,
especialista en prevención del delito, advierte que no basta con situar
militares en ciertos puntos.
Luego indicó:
-De 1999 para acá los
homicidios se multiplicaron tres veces. Ese año, cuando Hugo Chávez se
estrenaba en Miraflores, el Gobierno sacó a la Guardia Nacional a la calle para
iniciar una sucesión de al menos 20 planes de seguridad, en cuyo ínterin han
ocurrido 155.788 asesinatos.
Esos efectivos de la
Guardia Nacional en tareas de patrullaje y labores policiales es uno de los aspectos
que la directora de Cofavic, Liliana Ortega, encuentra equivocados a la hora de
hacer un balance sobre el desempeño del Gobierno en materia de seguridad.
"El control del orden público no puede estar en manos de funcionarios
militares", dice. "Es un estándar internacional que en Venezuela no
se ha aplicado".
Y a continuación
indicó:
-En 1999 se registraron
5.968 homicidios y, 13 años después, 2011 cerró con 19.336. Los asesinatos se
han disparado 223% más durante este Gobierno, según las cifras que ha podido
confirmar el Observatorio Venezolano de Violencia.
El ministro del
Interior, Luis Miquilena inauguró el Gobierno con una política que dejó la
coordinación de las tareas contra el hampa en manos de la Guardia Nacional.
Frente a los medios y a
un país que demandaba cambios, el nuevo ministro de Relaciones Interiores
cuestionó el 26 de marzo de 1999 a los gobiernos anteriores, por considerar que
desarrollaban "políticas epilépticas" y carecían de un programa
concebido que agrupara a todos los organismos de seguridad.
Como en las morgues del
país, Miquilena prometió recoger el muerto y para eso anunció 200.000
funcionarios policiales desplegados en todo el territorio nacional, a través de
un Plan de Seguridad Ciudadana que planteaba deportar a los indocumentados,
desarmar a la población, acabar con los carnets y credenciales ad honórem,
impedir a los menores de edad permanecer en clubes y sitios públicos a altas
horas de la noche y disuadir los crímenes con efectivos de la Guardia Nacional.
Después advirtió:
-Miquilena, sin
embargo, no hizo la tarea. Ni siquiera duró un año al frente del ministerio:
salió en agosto de 1999 en el camino a la Asamblea Nacional Constituyente y en
su lugar quedó Ignacio Arcaya, que en poco más de seis meses siguió los mismos
lineamientos
Le tocó entonces a Luis
Alfonso Dávila, el tercero de los 11 enroques que el presidente Chávez ha hecho
en la cartera de Interior y Justicia. Desde allí, el nuevo ministro relanzó los
planes de seguridad con comités de vigilancia que buscaron involucrar a las
comunidades.
Ese año, sin embargo,
los homicidios registraron el aumento más alto que se haya visto de un año a
otro en el país: los 5.968 asesinatos que dejó 1999 se incrementaron 34% en
2000, llegando hasta 8.022. Miquilena volvió entonces a la carga y en su
primera declaración otra vez al frente del Ministerio de Interior y Justicia,
anunció mecanismos represivos contra el hampa.
"El país podría
desembocar en una situación verdaderamente crítica si no logramos abatir la
insurgencia del mundo hamponil", dijo el 4 de febrero de 2001 minutos
después de su nombramiento. A partir de allí lanzó el llamado Plan Confianza,
otra vez con la Guardia Nacional en tareas policiales así como un proceso que
abrió el camino para la primera reforma del Código Orgánico Procesal Penal, que
ahora … Hugo Chávez pide volver a modificar.
Más adelante señaló:
-Estamos dando
traspiés. Eso asegura el director del Instituto de Investigaciones de
Convivencia y Seguridad Ciudadana, Pedro Rangel. En la lucha contra los robos,
secuestros y asesinatos, imagina al país como un boxeador que sube al ring con
los ojos vendados.
"Atacamos los
efectos pero no las causas", dice. "No tenemos una idea clara de cómo
debemos enfrentar el problema; la inseguridad es un fenómeno multicausal en el
que interviene desde la violencia intrafamiliar hasta los contextos
sociourbanos, y estos planes de seguridad que ha impulsado el Gobierno pueden
estar cargados de buenas intenciones pero más que planes, son un conjunto de
operativos cuyos resultados están a la vista".
Seguidamente refirió:
-El director del
Observatorio Venezolano de Violencia, Roberto Briceño-León, agrega en la misma
onda, que las respuestas del Gobierno frente al hampa han sido a través de
planes que buscan efectos políticos inmediatos: "Se trata de programas
parciales destinados a apagar una molestia con respuestas cortoplacistas".
Añade que el Gobierno
está entrampado en una discusión ideológica sobre una situación en la que poco
importa la derecha y la izquierda. "Dicen que no van a hacer una política
represiva como las de derecha, pero no saben que todo programa de seguridad
debe tener planes de prevención que ataquen las desigualdades sociales y
operativos de represión que, por supuesto, respeten los derechos humanos".
También apuntó:
-En Irak cayeron
162.000 personas entre 2003 y 2011, según la organización no gubernamental Iraq
Body Count. Si bien la República Bolivariana de Venezuela no ha sufrido una
invasión, el Observatorio Venezolano de Violencia pudo confirmar 124.221
asesinatos ocurridos en el país durante el mismo período. Es decir que sin
bombas ni tanques, aquí justo frente a nosotros cayeron 76% de las bajas que
tras la caída e Saddam Hussein, se registraron en Bagdad y otras ciudades
iraquíes.
"Ni un país en
guerra tiene estas cifras", opina Omar Ávila, secretario general del
partido Visión Venezuela, donde han venido llevando un histórico de los planes
de seguridad que ha implementado el Ejecutivo nacional. Hasta los años 80, la
tasa de homicidios del país se mantuvo en el promedio mundial de 8 por cada
100.000 habitantes. A partir de allí aumentó progresivamente hasta los 57
ciudadanos menos que el año pasado hubo por cada 100.000.
"Esto significa
que cada 27 minutos un venezolano pierde la vida a manos del hampa",
advierte Ávila. Y añade que casi 80% de esos delitos se cometen con armas de
fuego, a pesar de los tres programas de desarme que ha anunciado el Gobierno.
"Lo primero que
espero anunciar apenas asuma las riendas del ministerio es un plan de desarme
de toda la población civil, no sólo de los círculos bolivarianos", afirmó
Diosdado Cabello el 5 de mayo de 2002, tras sustituir a Ramón Rodríguez Chacín
en Interior y Justicia a los pocos días de los sucesos del 11 de abril.
"Será un desarme
nacional", aseguró. "Quien esté armado en los círculos bolivarianos
de forma ilegal, pues tiene que asumir su responsabilidad". El corolario
de esos anuncios ya son conocidos: Lucas Rincón recibió el testigo en enero de
2003 y reactivó otro plan de seguridad con el que se comprometió a disponer de
100.000 efectivos policiales y militares, así como prevenir el delito con las
comunidades.
El siguiente ministro
de la cartera del interior, Jesse Chacón, por su parte, fue el octavo cambio en
Interior y Justicia. Entró en septiembre de 2004 y a lo largo de dos años y
medio lanzó cuatro planes de seguridad e inició una reforma policial a través
de la Comisión Nacional para la Reforma Policial, Conarepol.
Chacón le entregó el
cargo y las conclusiones de la Conarepol a Pedro Carreño, quien lo desechó por
tratarse de un "informe de derecha". Dijo que se necesitaba una nueva
consulta para diseñar una policía con valores socialistas, y así siguieron los
planes y ministros: Ramón Rodríguez Chacín regresó por segunda vez en 2008 y
poco tiempo después le siguió su viceministro de Seguridad Ciudadana, Tarek El
Aissami, el que más ha durado en el cargo.
(Este personaje de origen
árabe, como presidente de Pdvsa y ministro del Petróleo le robó al país más de
dos presupuestos anuales y a la fecha de redacción del presente capítulo se
encontraba privado de libertad en un
recinto carcelario deconocido. Fue presentado por el fiscal de la
narcodictadura, Terek William Saab esposado y vestido con la braga
anaranjada propia de los presos)
Posteriormente destacó:
-De los programas de
estos últimos años destaca el Plan Caracas Segura y otros similares en los que
se vieron funcionarios militares hasta en carpas a las afueras del metro, las
plazas y otros espacios públicos de la capital del país. El especialista en
temas de seguridad y prevención del delito, Fermín Mármol García, reconoce que
esos operativos hicieron efecto pero destaca que no son suficientes:
"Inicialmente dio resultado en los sitios en los que se hizo el patrullaje",
señala. "Donde haya un guardia nacional va a disminuir el delito pero el
problema es en la zona de al lado".
Y agregó;
-Para Mármol, ha habido
una retahíla de planes erráticos y reactivos que han terminado por militarizar
el problema. El peor, sin duda, asegura que es el Plan Ruta Segura, anunciado
en 2008 por el Presidente con el objetivo de evitar los atracos y asesinatos en
el transporte público. El propio Chávez propuso custodiar los autobuses con un
Guardia Nacional entre sus asientos; sin embargo, la idea solo se materializó
por dos semanas. "Era un sinsentido confinar a un oficial a un autobús,
desde el punto de vista policial el fusil no solo neutraliza sino que puede
desencadenar violencia y provocar la muerte de un inocente”
Cabe indicar que
diversas ONG han responsabilizado a
efectivos de los cuerpos represivos de
la dictadura chavtsta, civiles y
militares, conjuntamente con colectivos violentos, como “La Piedrita” de la
mayoría de esos homicidios
No hay comentarios:
Publicar un comentario