El madurismo no tiene dinero para la educación
Estado de destrucción de los autobuses de la ULA-Táchira
Por el equipo editorial
La destrucción educativa no es posible solucionarla con Nicolás Maduro en el poder, asi como tampoco el resto de las instituciones del Estado y menos los servicios públicos, lo cual también afecta directamente a la educación en todos sus componentes y estructuras.
En un universo de 5 millones de estudiantes de educación básica y media, y 1 millón de estudiantes universitarios, habría que valorar un conjunto de 300.000 docentes. Así, comenzando por la alimentación, en promedio 1 dólar por estudiante, apuntando solo almuerzo, serían 6 millones de dólares por día, lo cual por 20 días hábiles daría 120 millones, y con 10 meses hábiles de clases, se necesitaría solo para alimentación de la población estudiantil 1.200 millones de dólares.
Igualmente, si existiera un universo general de 300.000 docentes, con un salario de 300 dólares al mes, se requerirían, redondeando, 100 millones de dólares al mes, que multiplicados por 16 meses -incluyendo los beneficios laborales- da un total de 1.600 millones de dólares al mes. Asimismo, con un promedio de 5.000 instituciones educativas al año por mantenimiento, actualizando los equipos y todos los materiales necesarios para infraestructura, en remodelación anual y ampliaciones, transportes y seguros, que debería ser la constante, sería 1 millón de dólares por cada una, lo que resulta en 5.000 millones de dólares al año.
En otras palabras, brindar una educación de máximo beneficio requeriría alrededor de 10.000 millones de dólares al año, y el madurismo, además de carecer de esos recursos, jamás los llegaría a tener, máxime cuando el presupuesto de este 2025, según ellos, habría sido de 25.000 millones de dólares para todo el Estado, lo cual demuestra el estado de precariedad que vive Venezuela, en el que la educación ha sido la principal sacrificada.
En este contexto, lo más grave es que aumenta la deserción escolar y docente, y se agravan los problemas en todo el universo de escuelas, liceos y universidades, y sin que haya un mínimo de responsabilidad del madurismo en asumir tales hechos que atentan contra lo más importante de un país como lo es la educación en todos sus niveles.
El sistema educativo está agonizando en los ámbitos pedagógicos, culturales, laborales, tecnológicos y de infraestructura, lo cual solo disponiendo de las sumas mencionadas será posible recuperar la gravedad en que la educación se encuentra hundida por responsabilidad del régimen neototalitario de Nicolás Maduro.
Por lo pronto, no hay alternativas. Solo continuará la destrucción de la educación y del país, que parece ser el objetivo primordial de la neodictadura. Indispensable la salida del madurismo del poder. Lo contrario es terminar de enterrar el destruido sistema educativo.
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