Jesús, Amado mío, al pie de tu calvario quiero, todas las tardes, arrojarte mis flores, deshojarte mi rosa-mi rosa primavera- y enjugar con sus pétalos tu llanto mi Señor.
¡Arrojarte mis flores, ofrecerte en primicia sacrificios pequeños, mis suspiros más leves, mis dolores más hondos, y mi dicha y mis penas..., arrojarte mis flores y mi rosa,
Señor, de tu inmensa belleza se ha prendado mi alma Yo quiero prodigarte mis flores y perfumes, por tu amor arrojarlos sobre el ala del viento e inflamar corazones para ti, mi Señor.
Y cuando sufro y lucho por salvar pecadores, arrojarte mis flores. Mis flores son el arma que me da la victoria. Te desarmo y te venzo con mis flores, Señor.
Mis flores con sus pétalos, acarician tu rostro y te dicen que es tuyo todo mi corazón. De mi rosa en deshoje tú entiendes el lenguaje, miras y le sonríes a mi amor tú, Señor.
¡Arrojarte mis flores, repetir mi alabanza es mi única alegría, es todo mi placer en este oscuro valle de sombras y de lágrimas! Al cielo pronto iré, con los pequeños ángeles iré a arrojarte flores, ¡mis flores, oh Señor!
No hay comentarios:
Publicar un comentario