La eliminación del control de cambio: una utopía
Un nuevo régimen cambiario que elimine las corruptelas, el mercado paralelo y el déficit fiscal
JOSÉ VICENTE RODRÍGUEZ AZNAR | EL UNIVERSAL
domingo 16 de agosto de 2015 12:00 AM
Uno de los temas más comentados últimamente es el del control de cambios sobre el que se han presentado diferentes opiniones. Hay quienes proponen la eliminación del control de cambios y que el valor del bolívar frente al dólar sea el resultado de la oferta y demanda de divisas en un mercado abierto. Otros defienden la tesis de un sistema cambiario mixto en el que coexista un mercado abierto con un control de cambios con un tipo de cambio preferencial para la importación de bienes esenciales. Sin embargo, las encuestas indican que el común de la gente observa cierta falta de precisión sobre el significado de un control de cambios, las formas de su funcionamiento y los resultados obtenidos en Venezuela en los últimos años.
Es sabido que un control de cambio significa la intervención del Estado en la compraventa de divisas para a) reducir la fuga de divisas para proteger las reservas internacionales; b) reducir la inflación; c) estimular la actividad productiva nacional y d) frenar las importaciones que compiten ventajosamente con los productos criollos. Ante estos objetivos, no queda la menor duda que el control de cambios es un régimen necesario pero que debe ser transitorio hasta que desaparezcan las causas que justificaron su implantación.
Muchas veces se ha dicho que Venezuela sufre de graves problemas estructurales en su economía, los cuales permanecen desde hace 55 años, por no irnos a un pasado más lejano. La causa fundamental de estos problemas consiste en la existencia de un sector petrolero y otro sector llamado "resto de la economía". Todos los gobiernos de este largo período han proclamado la necesidad de diversificar nuestra economía para hacerla menos dependiente del petróleo, cuya industria siempre ha aportado entre el 85% y el 95% de las reservas internacionales. El control de cambios ha sido una de las principales herramientas de política económica utilizada por los distintos gobiernos, lamentablemente con resultados fallidos
El gobierno de Rómulo Betancourt en 1960 estableció el primer control de cambios, el cual con diferentes modalidades, se ha mantenido hasta el presente, salvo en el período 1989-1993 cuando el gobierno de Carlos Andrés Pérez, por primera y única vez en el país, eliminó el control de cambios y estableció un tipo de cambio único como resultado del mercado abierto por la oferta y la demanda. Esta medida era parte de un programa de ajustes macroeconómicos.
En estos 55 años, con la excepción mencionada, han existido controles de cambio con diferentes tipos y modalidades propias de cada gobierno. A la inicial Oficina de Control de Cambios en 1960 le sucedieron Recadi, la Junta de Administración Cambiaria, la Oficina Técnica de Administración Cambiaria y en los últimos 15 años Cadivi, Sitme, Sicad 1, Sicad 2, Simadi, Siamed y Cencoex, además de la existencia no oficial del mercado paralelo. Sin embargo, persisten los problemas estructurales
Las características actuales de nuestra economía hacen que la eliminación del control de cambios sea una utopía. El sistema cambiario actual deberá ser modificado radicalmente para, entre otros propósitos, eliminar los defectos que Hugo Chávez siendo candidato presidencial en 1998 expresó así: "... nosotros sabemos que el control de cambios genera corruptelas, mercados paralelos y finalmente no soluciona el drama macroeconómico que solo termina cuando eliminemos el déficit fiscal". Por lo tanto, el reto consiste en un nuevo régimen cambiario que elimine las corruptelas, el mercado paralelo y el déficit fiscal, elementos que se han incrementado sensiblemente en estos últimos años, en contra de lo afirmado por Chávez.
josevicenterodriguez.aznar@gmail.com
Es sabido que un control de cambio significa la intervención del Estado en la compraventa de divisas para a) reducir la fuga de divisas para proteger las reservas internacionales; b) reducir la inflación; c) estimular la actividad productiva nacional y d) frenar las importaciones que compiten ventajosamente con los productos criollos. Ante estos objetivos, no queda la menor duda que el control de cambios es un régimen necesario pero que debe ser transitorio hasta que desaparezcan las causas que justificaron su implantación.
Muchas veces se ha dicho que Venezuela sufre de graves problemas estructurales en su economía, los cuales permanecen desde hace 55 años, por no irnos a un pasado más lejano. La causa fundamental de estos problemas consiste en la existencia de un sector petrolero y otro sector llamado "resto de la economía". Todos los gobiernos de este largo período han proclamado la necesidad de diversificar nuestra economía para hacerla menos dependiente del petróleo, cuya industria siempre ha aportado entre el 85% y el 95% de las reservas internacionales. El control de cambios ha sido una de las principales herramientas de política económica utilizada por los distintos gobiernos, lamentablemente con resultados fallidos
El gobierno de Rómulo Betancourt en 1960 estableció el primer control de cambios, el cual con diferentes modalidades, se ha mantenido hasta el presente, salvo en el período 1989-1993 cuando el gobierno de Carlos Andrés Pérez, por primera y única vez en el país, eliminó el control de cambios y estableció un tipo de cambio único como resultado del mercado abierto por la oferta y la demanda. Esta medida era parte de un programa de ajustes macroeconómicos.
En estos 55 años, con la excepción mencionada, han existido controles de cambio con diferentes tipos y modalidades propias de cada gobierno. A la inicial Oficina de Control de Cambios en 1960 le sucedieron Recadi, la Junta de Administración Cambiaria, la Oficina Técnica de Administración Cambiaria y en los últimos 15 años Cadivi, Sitme, Sicad 1, Sicad 2, Simadi, Siamed y Cencoex, además de la existencia no oficial del mercado paralelo. Sin embargo, persisten los problemas estructurales
Las características actuales de nuestra economía hacen que la eliminación del control de cambios sea una utopía. El sistema cambiario actual deberá ser modificado radicalmente para, entre otros propósitos, eliminar los defectos que Hugo Chávez siendo candidato presidencial en 1998 expresó así: "... nosotros sabemos que el control de cambios genera corruptelas, mercados paralelos y finalmente no soluciona el drama macroeconómico que solo termina cuando eliminemos el déficit fiscal". Por lo tanto, el reto consiste en un nuevo régimen cambiario que elimine las corruptelas, el mercado paralelo y el déficit fiscal, elementos que se han incrementado sensiblemente en estos últimos años, en contra de lo afirmado por Chávez.
josevicenterodriguez.aznar@gmail.com
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