“CAP y Chávez usaron mucho sus poderes mágicos innatos”
“El Gran Henry”, decano de los magos en Venezuela
“Los políticos y los prestidigitadores siempre tenemos algo oculto debajo de la manga”
“Estoy feliz en Venezuela pero a la vez sufro al ver tantos odios y rencores que antes no existían”
“No extraño trabajar en la TV porque está demasiado politizada”
Más que venezolano se siente caraqueño, pero realmente nació en La Mancha, España. “De allí salieron tres famosos: El Quijote de Cervantes, el queso manchego y este servidor”, nos dice “El Gran Henry”, quien a sus ochenta y un años sigue divirtiendo a grandes y chicos con sus actos de magia y prestidigitación, ya no en la televisión pero sí en espectáculos privados.
Ganador en 2014 del premio International Magicians Society, Merlin Award, considerado el Oscar de la Magia, está preparando la edición de su libro “50 años de magia, farándula y política”, que anuncia estará en las librerías a comienzos de 2016.
Simpaticazo y alegre como es, “El Gran Henry” dice estar muy feliz y agradecido con Venezuela, aunque confiesa sufrir al ver “tantos odios y rencores que antes no existían”.
En entrevista para Quinto Día, el decano de los magos en Venezuela nos habla de los avances y retrocesos de nuestro país, de sus relaciones personales y anécdotas con casi todos los presidentes, así como de los poderes mágicos que tenían y usaban Carlos Andrés Pérez y Hugo Chávez Frías.
-¿Le hace falta la Venezuela que usted conoció al llegar a nuestro país?
-Sí. Definitivamente sí. Porque hace cincuenta y siete años me encontré una Venezuela tranquila, donde había un gran cariño para la gente que llegaba de fuera. Inmediatamente hubo una simbiosis entre Caracas y “El Gran Henry”.
-¿Cuánto y en qué hemos avanzado los venezolanos?
-Estuvimos una temporada avanzando mucho, pero intelectualmente creo que nos hemos quedado treinta o cincuenta años atrás.
-¿En qué hemos retrocedido?
-Aunque el venezolano sigue siendo el mismo, creo que hemos retrocedido y nos hemos quedado estancados en educación, en valores de familia, incluso hasta en cuestiones culturales, como el cine, el teatro, la televisión…
-¿Cómo ve a la TV de ahora? ¿Extraña trabajar en ese medio?
-La televisión desde luego se estancó. Antiguamente había una mística, un deseo de prosperidad… Teníamos gente trabajando en otros países, hacíamos grandes producciones de novelas y musicales que exportábamos y hoy en día eso se acabó. La TV de ahora no tiene nada que ver con la de hace treinta años. Sinceramente no, porque en las circunstancias que hay ahora la TV está demasiado politizada y se han olvidado de los niños, de los jóvenes, de los adultos, porque la TV debe ser para culturizar y entretener y hoy no hay nada de eso.
-¿Le ha ido mejor como mago que como empresario de la magia?
-El éxito ha ido parejo entre “El Gran Henry” y la Casa Mágica porque ambos son el producto de un entretenimiento que se llama magia, ilusionismo. La Casa Mágica tiene cincuenta y cuatro años conmigo y se ha mantenido porque la idiosincrasia, el humor y la echadera de broma del venezolano lo han permitido.
-¿De qué trata su próximo libro?
-Trata de lo que aquí se hace muy poco: Repasar la historia de hace cincuenta años. Saldrá a la venta a comienzos de año y se titula “50 años de magia, farándula y política”. Y en él están los artistas que trabajaban hace cincuenta años, la magia que yo hacía y los políticos que gobernaban en esa época, con los cuales tengo varias anécdotas.
-¿Está embrujada Venezuela? ¿Le habrán echado alguna magia negra?
-No, no lo creo. Antiguamente se hablaba de que la Sayona tenía embrujada a Caracas pero ese embrujo terminó. Hoy Caracas y Venezuela lo que están es olvidadas, descuidadas por los propios venezolanos.
-¿Se parecen los políticos a los prestidigitadores?
-Desde luego que sí, porque siempre tenemos algo oculto debajo de la manga.
-¿Y en cuanto a qué crean ilusiones y algunos hasta engañan al público?
-Sí, es otra similitud. Políticos y magos son muy similares porque, a pesar de que nosotros tenemos un engaño sin malicia, los políticos engañan con malicia. El mago no engaña, divierte, el político no divierte, engaña.
-¿Somos muy ingenuos los venezolanos y por eso creemos en cuentos chinos?
-No. Que se quiten de la cabeza aquellos que creen que el venezolano es ingenuo. Nunca hay que confundir buena gente con ingenuidad.
-¿Cómo pueden ayudar las habilidades de un mago a resolver los graves problemas del país?
-Los graves problemas del país no lo resuelven las habilidades de un mago. Los venezolanos tienen capacidad para resolver sus problemas sin ayuda de la magia. Pero hay que pasar de las palabras a la acción, lo mismo que el mago pasa del dicho al hecho.
-¿Cómo ha sido su relación con el poder político?
-Muy cercana porque fui admirado por Rómulo Betancourt, después Raúl Leoni no hacía una fiesta donde no estuviera “El Gran Henry”. Posteriormente, con Rafael Caldera y sus delfines Eduardo Fernández y Oswaldo Álvarez Paz hicimos muchos espectáculos porque a Caldera le gustaba mucho la magia. También tuve la fortuna de actuar para Carlos Andrés Pérez y el presidente de mi país de origen, Adolfo Suárez. A partir de ahí, Carlos Andrés sintió una debilidad por “El Gran Henry” y en muchos shows políticos y privados actué para él, incluso en Miraflores. Igualmente, actué para Luis Herrera, a quien le hice aparecer una caja de torontos que le gustaban mucho, e igual para Jaime Lusinchi. Ante quien no pude actuar fue con Ramón J. Velásquez, pero sí para su breve antecesor interino, Octavio Lepage, quien después me mandó a sus hijos a la Casa Mágica para comprar algunas cosas.
-¿Y ante Hugo Chávez y Nicolás Maduro?
-Después del golpe de estado que dio Chávez contra Carlos Andrés Pérez en 1992, me mandó a llamar a través de su asistente para ir a la Cárcel de Yare, donde él estaba preso, con el propósito de que yo actuara y les enseñara a él y a sus compañeros algunos trucos que les sirvieran de entretenimiento. Lamentablemente, no pude ir porque la visita era los sábados y yo tenía compromisos en vivo con el programaSábado Sensacional. Años más tarde, Joselo me lo presentó en el aeropuerto de Panamá. Chávez me dijo que me veía cuando era chico y que sintió mucho que yo no hubiera ido a Yare. En cuanto a Maduro, no he tenido ocasión de conocerlo.
-¿Cuáles de todos nuestros presidentes han gozado de mayores poderes mágicos?
-Para mí, desde luego Carlos Andrés Pérez. Tenía un buen asesor astrólogo que se llamaba “Ranón” y usaba los poderes mágicos que todos tenemos pero que él supo utilizar muy bien como Presidente. Chávez también usó mucho sus poderes mágicos de comunicación, en su lenguaje y en sus movimientos corporales. CAP y Chávez tenían esas facultades innatas, uno con su lenguaje y el otro con el “Sí camina” y pegando saltos sobre los arroyos.
-¿Qué le queda a usted de su España natal?
-Muy poco. Cincuenta y siete años son muchos años. Salí de 24 y ahora tengo 81. Me quedan, sí, mis raíces, las tumbas de mis ancestros y un hermano mayor al que no puedo ver desde hace dos años por los dichosos pasajes en dólares que no puedo pagar.
-¿Rechaza o simpatiza con los movimientos autonómicos en su país de origen?
-Rechazo totalmente esos movimientos autonómicos. Ese ha sido el cáncer de la España moderna y puede ser su hundimiento. Estoy cien por ciento contra las autonomías.
Quién es quién
Su nombre de pila es Enrique Gutiérrez Mazarro y nació en La Mancha, España, el 15 julio de 1934. Estudió bachillerato a medio terminar porque desde muy temprana edad descubrió su vocación por la magia, lo cual lo llevó a abandonar las aulas.
Llegó al Puerto de La Guaira el 30 de abril de 1958. Venía contratado por el famoso animador Víctor Saume, quien lo había visto actuar en Madrid.
Con su esposa Josefina, también nacida en España, tiene dos hijas (Irene, periodista, y Mireya, técnica en hotelería y turismo) y un varón, Henry (mago profesional como su padre).
Mario Villegas
mariovillegas100@gmail.com. QUINTI DÍA, 20-11-2015
@mario_villegas
Foto: MV
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