Nuestra Navidad Cristiana |
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Ante la proximidad de la Navidad, en este periodo de "medidas especiales" adoptadas por varios países europeos para combatir el terrorismo, se multiplican las actitudes y decisiones contrarias al verdadero significado de las celebraciones natalicias.
¿Que te recuerda la Navidad? Niño Jesús, la infinidad de Dios reducida en un niño que vino en una cueva, un agujero en el suelo, para revertir el mundo: en estas breves palabras de G. K. Chesterton descubrimos el sentido de la Navidad Cristiana.
¿Que Europa es esa, que se teme a sì misma hasta el punto de querer borrar con "edictos" nacionales o individuales en las escuelas y municipios las celebraciones natalicias?
Una Europa que suprime el pesebre. Suprime la imagen de la memoria de ese evento, quiere abolirlo no sólo de la vida pública, sino mandarlo de nuevo en la cueva, lejos de todos y de todo.
Exactamente como hace dos mil años cuando por miedo a Herodes y por desprecio hacia los hombres, Jesús fue obligado a volver al agujero oscuro.
Estas decisiones, no sólo son ridículas a la luz de los atentados terroristas que hemos vivido en los últimos años, sino que muestran la verdadera cara del laicismo absolutista que oprime todo.
Oprime las diferencias con las modas "gender fluid", oprime la ropa con los vestidos "unisex". Oprime el respeto de las diferentes tradiciones religiosas, los roles familiares y las relaciones humanas con un uso desproporcionado de las redes sociales.
Ninguna comunidad islámica europea ha protestado oficialmente, nunca han pedido la abolición de las fiestas cristianas o del tradicional pesebre.
Sólo el terror por el fracaso de la sociedad multicultural y de sus maestros lleva a la aboliciòn de los simbolos cristianos y el miedo de la memoria.
Todo esto está ocurriendo en Europa y con diferentes grados de maldad. No es una victoria de los terroristas, es una derrota del laicismo exasperado, tal vez su última derrota.
Desde muchos lugares nos recuerdan que Europa está viviendo un período similar a los ultimos dìas del Imperio Romano. Pero la verdad es que la caída de los romanos (y asì la europea) no se produjo por la migración, sino por la muerte de su alma y de sus tradiciones. El espíritu cayò y el cuerpo del Imperio se pudriò.
Las causas de la destrucción de la civilización europea no son recientes, vienen desde muy lejos, y desde aquel entonces se ha preferido soportar y no luchar, ser dominados en lugar de luchar por la libertad.
Sin embargo, en estas semanas de intentos obscenos para abolir de la vida pública cualquier evidente imagen cristiana, un extraordinario suspiro resucita de la vida y la memoria de los hombres sencillos, mujeres y niños de todas partes de Europa.
Y así, la soberbia voluntad de obligar el niño Jesús a volver a la cueva, en ese mismo agujero de 2000 años atràs, es la inesperada oportunidad para volver al origen de todo, de nuestra historia y de la extraordinaria providencia de la Bondad Divina.
Sursum Corda!
Luca Volontè
CEO Fundación Novae Terrae
La Fundación Novae Terrae
PS La Fundación Novae Terrae está comprometida a livel internacional en la promoción de los derechos humanos(http://www.novaeterrae.eu/en/
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